domingo, 15 de agosto de 2010

BLACKSAD

Yonosecuántos premios, otras tantas recomendaciones de amigos y muchas ocasiones en que los ojos del gato me miraban, me llamaban desde la portada oscura del álbum. Generalmente suelo fracasar cuando me dejo guiar por los galardones y las medallas; no siempre el prestigio social ha de estar ligado a las cosas de calidad, pues entran muchos otros intereses en juego a los que contentar, y yo prefiero seguir mi instinto. No podría haber elegido palabra mejor en cuanto a este cómic de género negro: BLACKSAD.

Bastó una simple ojeada al interior del número 1 de la colección, ver el soberbio trabajo gráfico de Guarnido y empezar a romper mis defensas. Si tras hacer esto os queda alguna duda más, sugiero ir a cualquier biblioteca y tomarlo prestado para leerlo entero (sólo por premiada, ésta es una obra a la que todo templo del saber que se precie debería dar cobijo). Después desearéis que este título pase también a vuestra pequeña colección privada.

Blacksad se concibe como una serie de género negro al más puro cliché en la que cada ejemplar es un título autoconclusivo. Juan Díaz Canales al guión y Juanjo Guarnido al dibujo son sus autores. Todo gira en torno a la figura de un investigador privado, John Blacksad, alto, fornido, un tipo serio, de color, que se mueve con igual ligereza por los bajos fondos que por la alta sociedad, como buen detective. Es un personaje intrigante del que conocemos poco su pasado, sólo adivinado a retazos por el respeto profesional que le profesan, y que intuimos que con sus cualidades podría haber llegado a ser alguien pero no ha tenido la oportunidad o las circunstancias le asquearon para aprovecharla. Los acontecimientos se desarrollan en los EE.UU. de los años 50, tiempos duros, crueles, hostigados por la depresión posguerra, la amenaza de destrucción del mundo así como crisis económica, paro, racismo, marginación y en general un sentimiento de desconfianza hacia la justicia y los valores de la sociedad, de ahí la necesidad de acudir a “policías de pago”. Con este entorno, es obvia la aparición de personajes públicos corruptos, mujeres fatales, autoridades cogidas de pies y manos, indigentes, matones a sueldo, intelectuales deprimidos, ciudades degradadas, etc. Todo un fresco que plasma perfectamente esa época, o lo que se pensó de ella a través de la gran tradición de literatura policíaca que nos ha quedado de los maestros Chandler o Hammet.

También la narración está académicamente aplicada en las 46-54 páginas que dura cada historia, siguiendo las pautas de la serie negra: narración en la primera persona del protagonista, motivaciones que justifican en parte un comportamiento brusco, violento, y a veces hasta grotesco; el argumento es muy lineal, descubriendo claves y pistas que dejan entrever lo más podrido del asunto; escenas de cruda dureza y un clima opresivo en el ambiente. Pocos personajes se repiten entre tebeos, excepto el protagonista, los demás se crean para la ocasión, sólo repitiendo el comisario Smirnov y el periodista Weekly. En concreto, una síntesis de la trama de cada uno de los tres álbumes publicados hasta ahora sería:

1. UN LUGAR ENTRE LA SOMBRAS
Blacksad se inmiscuye en la investigación policial del asesinato de una joven famosa, antigua cliente y amante, lo que lo convierte en un asunto personal. Tiene como obstáculo a los “malos” pero también a los “buenos”.
2. ARTIC-NATION
En The Line, antiguo barrio construido con gran ilusión por sus habitantes pero castigado por la degradación que supuso el cierre de las fábricas y el paro consecuente, domina un gran sentimiento de desprecio racial. Mientras, Blacksad investiga la desaparición de una niña de color de clase baja, caso que no preocupa ni siquiera a la propia madre.
3. ALMA ROJA
Contratado como guardaespaldas por un ricachón, Blacksad entrará en contacto con un antiguo benefactor que conoció en su infancia. Éste pertenece a una élite de artistas cercanos a las teorías comunistas que lo introducirá en su mundo, y pronto la situación se verá manchada de sangre, salpicándolo a él.
4. L’ENFER, LE SILENCE
(será publicado en Francia por Dargaud en el próximo mes de septiembre de 2010)

Algunos críticos han tachado el guión de muy tópico, acaso frustrante por lo poco de nuevo que aporta. Pero bajo nuestra óptica ha sido desarrollado con una gran humildad y entrega hacia el apartado gráfico, cumpliendo los deberes con excelsa corrección (Blacksad podría ser un doble exacto de Marlowe) para que sea Guarnido el que se pueda lucir, porque lo verdaderamente impactante y novedoso está en los dibujos: los personajes son animalitos antropomorfos -herencia de su trabajo en Disney- que son una auténtica monería. Era un riesgo, que la gente como yo con reticencias a acercarse viera las preciosas ilustraciones y se pensara que iba a encontrar otra cosa más infantil. Sin embargo, las páginas son muy documentadas e impactantes, congelando toda clase de gesticulaciones humanas, puro movimiento en cada viñeta, un gran realismo en ese estilo considerado para niños, incluso te pone ver las escenas de sexo de tus antiguos ídolos del Don Miki, la ambientación es prodigiosa. Además la elección de la especie animal que va a figurar a cada personaje es importante; así, el gato negro para Blacksad concentra una intensa atracción sobre su presencia intrigante y por otra el desprecio y superstición que le hace ser rechazado. La técnica empleada es un dibujo a tinta negra coloreado con acuarela que da esa impresión tan fotográfica y diferente de otros de sus trabajos gráficos, como "Brujeando", que pierde realismo en pro de una lectura más caricaturesca.

Por eso, repetimos, creemos que el guión goza de gran honradez. Eso sí, una vez introducido el personaje y el tipo de historias, pensamos que esto debería ser una serie tan larga al menos como Asterix, o Superlopez, y que Díaz Canales debería empezar a arriesgarse ya un poco más, buscando algunas innovaciones inesperadas, algo más de complejidad que enriquezcan la globalidad, desarrollando por ejemplo argumentos en más de un número o que se interrelacionen más entre sí, repitiendo personajes o enlazando situaciones. Que eche si no un vistazo a Brubaker o Lapham, por ejemplo, y sabrá a qué nos referimos. Pero lo verdaderamente importante es que son dos autores jóvenes, que tienen muchos años por delante para seguir trabajando y que de momento ya han abierto una senda que nos ilusiona mucho a todos. Veremos qué nos depara el futuro, ¡estoy desando que llegue!

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