miércoles, 29 de mayo de 2013

"JONNY DOUBLE", de Brian Azzarello y Eduardo Risso


Aunque esta obra se encuentra fuera de imprenta, incluso en EE.UU. si echamos un vistazo al mercado, no es difícil encontrarla todavía en algún puestecillo de saldos.

"JONNY DOUBLE" fue un trabajo elaborado por el guionista Brian Azzarello y el dibujante Eduardo Risso para la editorial DC Comics en 1998. Rescataba un antiguo detective aparecido en la empresa en 1968, que había sido creado por Len Wein y Marv Wolfman. En España disfrutamos de esta obra de la mano de Norma Editorial primero, y luego en una posterior reedición con alguna ligera variación de Planeta de Agostini. El tomo -no numerado- dispone unas 100 páginas y se divide en cuatro episodios de una misma trama: "Dos dedos de menos".
 La historia se abre mostrándonos el mundo en que se desenvuelve Jonny Double, un ex-policía que ahora se dedica a hacer de detective privado; en su conversación inicial con el poli Branigan adivinamos a un tipo comprometido con sus ideas y con criterio propio, una buena tarjeta de visita pero que apenas le da para comer. Como en toda novela de género negro, un encargo cambia de un plumazo su panorama. Hacía un rato había conocido a Faith, una jovencita descarada con todos los visos de ser una mujer fatal; más tarde su padre, el señor Hart, le encarga que la vigile.
Siguiendo a la chica, entra en contacto con la pandilla de ésta, un grupo de jóvenes liderados por Ángel, que además es pareja de Faith. A pesar de la diferencia de edad, el temperamento juvenil y rebelde de Double hace que éste sintonice con ellos y entonces le proponen participar en un asunto que se traen todos entre manos: birlar el dinero de una cuenta perdida de Al Capone y que sus herederos no han reclamado aparentemente.
Esto extiende una compleja red de acción, incógnitas, sexo, sospechas, asesinatos, giros inesperados,... todo está medido al milímimetro y la trama va adoptando los múltiples cánones de género negro: la aparición de entornos urbanos degrados, ambivalencias, gente peligrosa, se apuran las relaciones con la poli, las mujeres son objeto de deseo y también peligrosas, en definitiva se muestra una visión negativa del mundo y el género humano ante lo que el protagonista poco puede hacer, más allá de moverse como puede entre la corriente. La verdad es que por esta adscripción contiene elementos previsibles, como muchas novelas negras, aunque a la hora de la verdad no lo son tanto, porque añaden un matiz diferente al tópico

Sin duda, Azzarello lo ha pensado todo de un modo deliciosamente enrevesado y la lectura nos mantiene atrapados, cada detalle medido al milímetro, e incluso diríamos que sólo el lector atento podría enterarse de la totalidad del argumento si no tuviera un resumen con los acontecimientos más destacados narrados por el propio Jonny Double un tiempo después de los hechos descritos en este cómic. Quizás eso sobrara, porque se desvirtúan los logros de algo cuando hay que explicarlo, y pese a que no todo está narrado de una forma concatenada, lo más probable es que en una 2ª lectura ya se comprenda todo a la perfección, porque los elementos si no evidentes pero sí están ahí.

Eduardo Risso se hace cargo del lápiz y la tinta. Su dibujo es muy diferente del estilo realista de otros dibujantes de la editorial DC, pues utiliza unos rasgos a medio camino entre lo figurativo y lo caricaturesco, incidiendo en los rostros y añadiendo además bastantes detalles raciales. Es soberbio cómo cambia de planos, también sus ricos encuadres, el uso del blanco y negro, la movilidad de sus personajes, el empleo de la perspectiva. Su trazo aparenta ser desgarbado, rápido, aunque si te fijas bien demuestra ser inteligente y representarse muy comunicativo. Otra característica del autor es su habilidad para narrarnos otros detalles en segundo plano, esenciales para el discurrir de la historia o no. Lo que hace la gente alrededor, un gesto, un movimiento, un escenario. Un dato curioso confesado por el propio Risso a Marisol Hernández en 2005 es que el volumen de trabajo que lleva es tal que utiliza asistentes en su dibujo, siendo así desde sus comienzos en Argentina.
Las portadas de los números mensuales las realiza Mark Chiarello, en un estilo diferente del anterior dibujante. Esta obra tal vez fue concebida para hacer dar el salto al personaje Jonny Double a disponer de su propia serie regular, y aunque está entretenida la realidad es que no fue así. No obstante, ambientado en ese entorno noir y racial, dio paso a otro título en colaboración de ambos artistas, Azzarello y Risso: "100 BALAS", un trabajo archi-reconocido ya.

Como una buena manera de acercarse a esa obra maestra tenemos a Double. Y para los nostálgicos, aquí el personaje original de Wein y Wolfman:

sábado, 18 de mayo de 2013

DAREDEVIL: saga "María Tifoidea". NOCENTI / ROMITA JR


Justo tras publicarse la historia definitiva de DAREDEVIL -y una de las mejores sobre superhéroes- “Born Again” (nº 227-233, año 1986), el testigo de la serie pasó a la guionista Ann Nocenti a partir del nº 236, manteniéndose en una longeva etapa hasta el año 1991.



El personaje estaba tan bien definido por Frank Miller y David Mazzuchelli que su historia apenas si dejaba resquicios para que otros autores pudieran contar algo más. Como se suele decir, todo relato debería terminar en su justo momento, pero evidentemente la compañía Marvel posee la propiedad de sus protagonistas y no desea dejar de comercializar nuevos productos que los mantengan vivos. Entendida esa premisa y visto que los aficionados seguimos leyendo más y más tebeos sobre nuestros enmascarados favoritos (las ventas lo demuestran), la línea argumental debía seguir y nos fijamos en esta aventura posterior del Hombre sin Miedo titulada “MARÍA TIFOIDEA” (números 254 a 263, de mayo 1988 a febrero 1989).

Evitando comparaciones odiosas, pero la verdad es que Nocenti supo entender muy bien al personaje, aunque este despunte no fue hasta la llegada de John Romita Jr, en plena época del crecimiento artístico de éste, que no sólo aportó sus soberbios dibujos, sino también ideas, según nos dice Julián M. Clemente en el texto introductorio. Panini Comics ha recopilado recientemente esta saga en el tomo nº39 de la colección Marvel Heroes.
 
Contrarios a nuestra costumbre, en primer lugar nos detendremos en la labor del dibujante. Romita Jr está soberbio, arriesgado y seguro a la vez, hace unas viñetas más plásticas que lo que le habíamos visto anteriormente, se lanza con dibujos más grandes, a doble página o sin marcos de viñeta. No domina los rostros a la perfección todavía, pero es en la anatomía donde se muestra espectacular, aun rompiendo algunas reglas canónicas. No nos extrañaría que el despegue de su carrera hacia el estrellato se pudiera situar aquí.

 
 
La trama de “MARÍA TIFOIDEA” nos trae a un Matt Murdock –alias Daredevil- fortalecido tras caer en la trampa de su peor enemigo y llevar a cabo su reconstrucción. El abogado ciego se ha asentado junto a su chica Karen Page, lleva adelante su negocio y en sus peripecias como héroe urbano se siente en su terreno, sabe que la Cocina del Infierno de Nueva York está bajo su autoridad y protección. Esta versión del superhéroe acentúa su ya marcada moralidad y pese a que veces actúe de forma un tanto lela, nos deja interesantes frases sobre el tema de esta responsabilidad como “Daredevil es ciego. El amor es ciego. La justicia es ciega. Gracias a la ceguera, uno puede alcanzar una visión trascendente del mundo”, o ésta que dice “Soy un fuera de la ley que obliga a cumplir la ley. Soy una contradicción irónica del sistema”.

Al barrio ha llegado una nueva vigilante, Tifoidea, y se está dedicando a barrer las calles de indeseables con implacables métodos, por lo que tarde o temprano ella y el héroe se cruzarán. No obstante, sigue allí Kingpin y aunque su odio no tiene la pasión de la primera vez aún no está dispuesto a dejarse vencer, es ya algo personal. ¿Cómo enfrentarse de nuevo al Diablo Murdock? Frontalmente lleva las de perder, ha sido demostrado anteriormente, pero se le ocurre utilizar a Tifoidea para enamorarlo y destruirlo a través de los sentimientos, de una forma más sutil pero más brutal. 

Ésta es una chica con doble personalidad, una la dulce y cándida María, y la otra la obsesiva y ambiciosa Tifoidea (llamada así porque es como una enfermedad, un tifus); ambas son la misma, pero ambas poseen diferencias que las hacen diferentes incluso  a los supersentidos de Daredevil (por ejemplo, poseen latidos distintos) y están enfrentadas en el mismo cuerpo. Ambas también sienten algo por Matt Murdock, cada cual respectivamente al hombre / héroe, un clásico recurso marveliano. Cómo ellas enfrentan su relación con él y lo seducen y atormentan –una creyendo hacerle un bien y otra el mal- es lo que nos conducirá a través de estos números. Resaltamos esta frase ejemplificante de Tifoidea: “Si soy tan mala quizá exista con el único fin de que tú parezcas el bueno. El bien y el mal comparten el mismo territorio, guapo”.
 
Nocenti le toma el pulso al guión, nos ofrece acción de la buena narrando a través de dualidades. Pero no sólo se producirán estas batallas psicológicas María vs Tifoidea y María Tifoidea vs Matt Daredevil, pues hay otros contrastes: consecuentemente Tifoidea vs Kingpin o Matt vs Karen, y además Tifoidea vs el Bien, María vs el Mal o moralidad vs economía, ecología vs progreso. Muchas más. Porque la guionista está comprometida socialmente e introduce con habilidad otros temas secundarios de esta índole reivindicativa. La verdad es que las incombustibles energías para hacer el bien de Daredevil encajan para solventar estos temas, pero a veces el personaje se presenta tan rígido en estas convicciones que nos parece acertada la introducción de otros personajes más ambivalentes, normalmente mujeres o niños, a través de los que se ve reflejada la autora.
 
Como vemos, la historia de María Tifoidea es muy parecida a la de Elektra o a la de Born Again, pero al introducir estos temas se constituye de manera rica y propia, y queda como un plagio creativo, lo que no es poco teniendo en cuenta las características del encargo: perpetuar las aventuras de un personaje del que ya se ha dicho de todo y continuar contentando a su fiel público.

Lo feo del asunto es que el ciclo argumental es muy largo, de hecho queda inconcluso en el libro que estamos comentando. Le sigue en el tomo nº20 sobre Daredevil de Marvel Heroes, titulado “EL DIABLO EN EL INFIERNO” que reúne los correlativos números de la serie regular 265 a 273 (es curioso que Panini lo haya editado antes, produciendo un desorden cronológico y por lo tanto, ¡leedlo al revés!). En él, (¡¡¡OJO SPOILER!!!), Daredevil ha sido destrozado de nuevo y esta vez parece definitiva, está como ido y emprende un viaje lejos de Nueva York en el que trata de evitar problemas, aunque desde luego que no lo conseguirá y de nuevo Nocenti lo enfrente a temas candentes como el maltrato de animales, el tráfico de drogas, etc. Por nuestra parte, no hemos leído lo que vendría después, y ahora mismo ese material queda inaccesible en el mercado, pero la verdad es que en este libro nuestro interés se ha diluido por esa carga marveliana de tanto tirar del hilo: ¿qué pasó al final con María Tifoidea? Suponemos que Daredevil volvería a Nueva York algún día y tal vez allí se reencontrarían... ¿ ?

miércoles, 8 de mayo de 2013

CERDO ASQUEROSO


"CERDO ASQUEROSO" es el título de un libro recopilatorio de tiras cómicas que publicó en España La Cúpula (2003). Su autor, Jean-Marc Reiser falleció en 1983, aunque estuvo presente en importantes publicaciones de su tiempo y su ámbito, no sin polémicas, y por ello su espíritu transgresor y devorador humor mantuvieron su influencia en el panorama cultural posteriormente, y aún hoy gozan de vigencia.

En este tomo de 148 páginas encontramos un catálogo de chistes realizados a mano alzada, de forma impetuosa y composición de página poco planificada. Llega hasta tal grado que a veces es difícil cuadrarlos en el formato, quedando espacios en blanco en la página. El estilo de dibujo se elabora descuidadamente, y a veces parece que hasta sin ganas de hacerlo bien. Es el dibujo de un auténtico flojo: ni levanta el lápiz del papel y es su pulso el que va plasmando lo que siente al narrar.

La cosa va de un tipo fofo, vago, desafeitado, despeinado, poco aseado,... todo lo que digamos en contra de su cuidado personal es poco. Por supuesto, tampoco se molesta en vestirse, pues luce como atuendo unos gastados y tradicionales calzoncillos franceses de la marca "Kangourou", que como nos señala en varias ocasiones el traductor Raoul Martínez dará mucho juego en los gags. A través de ellos se le ven los cojones, y se nota que no los ha lavado en eones -ni prenda ni miembro. Físicamente parece un bebé en un mundo adulto, sólo que no es un inocente infante, sino un tío desastroso, caradura, provocador, un inadaptado social en definitiva.

En las tiras se van representando múltiples situaciones en las que el Cerdo Asqueroso presume con orgullo de su repugnante forma de ser y de comportarse y a la vez ridiculiza a todos los que aceptan (aceptamos) las normas y convenciones sociales. Es tal el descaro de lo que leemos, en todos los aspectos -gráfico y narrativo- que tendremos que partirnos de risa, pese a que en ocasiones hasta nos sintamos señalados nosotros mismos con su grasiento dedo.


Cada página o gag se puede disfrutar de manera independiente y separada del resto, pero el tomo está ordenado para que se cuente una historia de principio a fin, de modo que al finalizar la lectura todo, cada escena en que participa el Cerdo Asqueroso adquiera un sentido lineal. Se trata de una afilada reflexión sobre la estructura del mundo occidental y las relaciones sociales que se establecen en él, y cómo por un supuesto bienestar de la mayoría se va quedando atrás gente que no es capaz de adaptarse a rígidos esquemas, cada vez en mayor número. Como dijimos más arriba, este tebeo vuelve a estar de máxima actualidad,  pesar de los años transcurridos desde que se elaboró, e incluso presenciaremos un tragicómico desahucio de su protagonista.
Como anécdota, señalamos que en 1985 se filmó en Francia una película sobre el personaje, que tampoco estaría mal recuperar. En la imagen, un ejemplo de la ropa interior tipo "canguro".

lunes, 6 de mayo de 2013

THE SANDMAN, de Neil Gaiman


A principios de lo años 80 Neil Gaiman (nacido en 1960) no se imaginaba que acabaría convirtiéndose en uno de los autores de cómic más destacados del panorama. Todo comenzó cuando consiguió un trabajo como escritor de crítica literaria, cinematográfica y música (rock). Poco a poco, realizando trabajos de investigación y entrevistas a sus artistas favoritos se avivó su pasión por este mundo y decidido a elaborar sus propias creaciones fue adoctrinado por Alan Moore -a quien conoce en esta época- en cuanto a la técnica de escritura, según nos cuentan ellos mismos.
 
Tras realizar encargos cortos para editoriales inglesas entró en contacto con Dave McKean, un innovador dibujante aún desconocido, y con él desarrolló varios proyectos de los que tuvo conocimiento DC Comics, buscando a los jóvenes talentos ingleses. Obtuvieron la oportunidad de publicar la obra Orquídea Negra, sin nada que ver con la que nos ocupa aunque sí respecto a la faceta de reciclar personajes de la compañía.

En septiembre de 1987 Gaiman le propuso a la editora Karen Berger una actualización del antiguo personaje de DC Sandman; ésta le pedirá una versión completamente renovada y demostrando un audaz olfato le otorga una serie regular que pese a todo estuvo en la cuerda floja durante los primeros números por unas ventas por debajo de lo esperado. Así nació THE SANDMAN, pensado inicialmente para 40 números pero la buena marcha con que evolucionó hizo que se extendiera hasta los 75, culminando en marzo de 1996.
 
La historia cuenta básicamente cómo durante 70 años es atrapado Morfeo, el señor del Sueño,  y lo que por esta causa acontecerá después, tanto en su deber de recuperar su reino y los objetos robados de él como en las consecuencias que se derivan de ese periodo de ausencia. Por medio, una completa obra pensada de principio a fin y a la que da lugar a contener todo sin sobrarle nada: aventura, misterio, romance, amistad, horror, superhéroes, historias dentro de otras, personajes de todo tipo, un largo etcétera. Pero aclaremos aquí algunas de las bases fundamentales en las que se asienta la narración.

 
Morfeo es como decimos señor del Sueño y uno de los siete Eternos; estos seres son hermanos y están por encima de los dioses de toda mitología y religión, siendo definidos como los “que son, han sido y siempre serán”. Cada uno de ellos personifica un estado, idea o lugar más allá de nuestra comprensión pero que actúan en nuestras pasiones y vidas: Destino, Muerte (Death), Sueño (Dream), Deseo, Desespero, Destrucción y Delirio –nótese que todos comienzan por la letra D. Según la mitología de esta serie se encuentran presentes en todas las existencias y juegan y alteran sus vidas; representan lo que hay en el Más Allá, aunque dejan siempre espacio a algo todavía mayor por encima suya, permaneciendo como unos emisarios de las leyes del mundo.

De esta forma, cada Eterno posee un reino donde lo más importante se encuentra en su corazón aunque cada uno es inmenso y por otra parte también tienen cabida islas que se pierden del control de su señor o señora, incluso lugares blandos que son atemporales. Por estos sitios pueden aparecer además otros servidores. Nótese que Gaiman rastrea la presencia de cada uno de estos seres y nos demuestra constantemente que forman parte del imaginario colectivo y por ello se encuentran en prácticamente todas las culturas avanzadas. Por ejemplo, Morfeo, que es el protagonista, era el dios romano del sueño, derivado de morpho, forma, y por eso lo alude a veces como el “Dador de Forma”; y también se referirá a él a través de las páginas como Oneiros (para los griegos), Kai’ckul (para tribus africanas), el Tejedor o Sandman, personaje de una canción infantil inglesa que protegía a los niños mientras dormía poniendo arena mágica en sus ojos. Y hay bastantes referencias más... pero no sólo con el rey del Sueño.
 
Al mismo tiempo, existen dioses por debajo de los Eternos con sus propios feudos, con la diferencia de que pueden morir y dejar de existir. Incluso se contempla un Cielo y un Infierno, Neil Gaiman explora pacientemente cada tradición, cada rincón de la historia, la literatura, las religiones.

 
Un papel importante desempeñarán los personajes de las publicaciones de terror y misterio de DC, e incluso se dará su sitio a los dos personajes Sandman de la compañía previos al que nos ocupa (el de la Edad de Oro, Wesley Dodds, y el Sandman creado por Jack Kirby en 1974-76). Ésta labor de recuperación se inspira en el proceder que siguiera Alan Moore en “La Cosa del Pantano”, si bien aquí se le da un mayor peso en la historia principal.

 
Todo el conjunto es amplio y complejo, lleno de referencias que quedan perfectamente integradas entre sí y con los nuevos personajes y situaciones que introduce Neil Gaiman. Todo aparece sencillo, claro y hasta se difuminan los límites entre las fuentes que toma el autor y los frutos de su trabajo. Detrás de ello hay un meticuloso trabajo creativo y un soberbio estudio de religiones y mitos de todos los tiempos y rincones, de la literatura fantástica de los siglos XIX y XX, de la literatura en general, también de esos muchos personajes de la editorial DC que permanecían en el olvido y a los que se les da un lugar coherente dentro de esta continuidad. La carga cultural es múltiple y variada aunque no lleva a pérdida, pues reiteramos que Gaiman lo va desmigajando todo con una sencillez y claridad pasmosas, acomodando cada elemento, relacionándolos entre sí y justificándolo convenientemente, volviendo este sólido fruto del intelecto en algo digerible y entretenido que acaso pueda parecer engañosamente fácil. 

 
Tan sólo hay que empezar a leer y todo irá fluyendo ya por nuestra mente, porque además el escritor dispone las palabras y los acontecimientos de una manera elegante, tranquila, casi poética. No sólo nos despierta interés el conocer más sobre el protagonista, sino que unos y otros de los personajes que van surgiendo son capaces de tomar en momentos concretos el peso del relato con convicción, lo que probablemente se debe a la habilidad del escritor; no obstante, nos gustaría añadir que si bien las personalidades que va creando Gaiman son muy variadas, se puede deber a que es común estar dotadas de un optimismo y bondad de intenciones que nos hace empatizar gozosamente con ellos. Otro aspecto importante del estilo del guionista, como nos señala Stephen King, es su habilidad para adelantar el clímax de la narración al “corazón de la historia”, dejando unos finales más contemplativos en los que se analiza la relevancia de lo que hemos asistido y comprendemos mejor la forma de ser de los participantes.
 
Pasando a hablar de la parte gráfica, la autoría es compartida y extensamente variada. Los primeros números de The Sandman fueron dibujados por Sam Kieth, quien se marchó pronto tras desavenencias con el guionista, dejando su sitio a su entintador Mike Dringenberg. Señalados por la crítica por presentarnos un grafismo algo distorsionado y a veces por no planificar la página con todo el potencial que atesoraba la escritura, sobre todo en el caso del segundo autor, lo cierto es que fueron ellos los creadores de toda la iconografía y el estilo de la serie. Su trazo sucio y a ratos desgarbado refleja mil y un aspectos cada vez que aparece Sueño o alguno de estos seres tan especiales y nos ofrecen un visitación poliédrica a cada personaje, es decir, esboza sus figuras de manera diferente desde cada punto de vista como si nuestra mente también participara en su interpretación, en un proceder muy onírico. 


 
A ellos les sucederán otros dibujantes contrastados que seguirán más o menos con esta línea: Kelley Jones, Brian Talbot, Michael Zulli, Charles Vess o Mike Allred, entre otros muchos y destacados. Cada uno se irá haciendo cargo de un arco argumental y Gaiman a su vez se irá adaptando a la forma de dibujar de cada cual para sacar todo su potencial. Sí ha sido más criticado el artista Marc Hempel, que ofreció un estilo más simplificado y sobrio en detalles casi al final de la serie, en un momento crucial para la historia; personalmente señalo que a mí no me desentonó por esa sensación de que el grafismo del personaje tiene que ver con su idiosincrasia, esa multitud de facetas, de puntos de vista; como dice Morfeo en un determinado momento: “Soy de todas las fes, a mi manera”.


Todas las portadas corrieron a cargo de Dave McKean, compañero fiel de Gaiman en sus proyectos más importantes. Cada una de ellas son como una puerta que abre a la narración posterior, y se plantean en forma de representación surrealista aunque sí tome elementos de cada argumento. McKean utilizará diferentes técnicas: dibujo, pintura, collage, fotografía, maqueta, efectos.
 
 

Nuestro protagonista, el Dador de Forma, es en sí un personaje tremendamente rico. Es muy cercano a su hermana Muerte, pues ambos son sensibles a los seres humanos y a los animales, incluso se relacionan amistosamente con ellos (eso no ocurre en el resto de la familia, como se verá a lo largo de la obra). Y si aquella es una joven simpática y agradable que se presenta como inevitable, él, Morfeo, es un tipo reservado y oscuro, de carácter variable, invirtiendo de forma interesante sus papeles. Precisamente, este último tiene mucho del propio Neil Gaiman, no sólo gráficamente -que sí que está inspirado en su fisonomía-, sino también en su vocación como contador de historias. El personaje del soñador aparece en muchas culturas, como podemos comprobar, aunque aquí es considerado un creador nato que utiliza los anhelos y recuerdos de la gente para elaborar relatos con que impresionarlos, divertirlos, perturbarlos, entretenerlos y hacerles comprenderse mejor a sí mismos en el momento que duermen y viajan a su reino onírico. Para elaborar este artificio tiene en cuenta cada aspecto, cada detalle de nuestro subconsciente y todo a su tiempo: la aportación personal que cada uno hace, esos motivos que se repiten en el imaginario colectivo (por ejemplo, soñar que volamos), el momento de vigila en que el sueño nos parece claro y en cuanto despertamos lo olvidamos, cómo somos capaces de retomar sueños de un día para otro, la facilidad con que cambian de escenario, etc. La de creador de fantasía es una importante aportación que Gaiman le hace al mito sin desmerecer lo demás.

 

DC se comprometió a no tocar al personaje un vez que la serie culminara, aunque sí acordó con su creador una explotación comercial controlada de la buena base que poseía la franquicia, comprensible por el éxito y premios adquiridos; entre ellos, destacamos en World Fantasy Award de 1991, con el nº19 “El sueño de una noche de verano”, primer cómic en hacerlo.

 

Con guión de Neil Gaiman tenemos los especiales de “Al filo del invierno” (centrados en Muerte y Deseo), así como los números únicos de Muerte “Lo mejor de tu vida” y “El alto coste de la vida”. El recopilatorio “Dust Covers”, con todas las portadas de Dave McKean y conteniendo una historia de Gaiman y dicho artista en la que relacionan la creación de la serie con sus vidas personales. Por otro lado, realizado ya por otros autores, se inauguraron las series directamente derivadas THE DREAMING (1996-2001, con personajes del reino del Sueño), THE SANDMAN PRESENTS (miniseries entre 1997-2004 con secundarios del universo) y LUCIFER (2000-06). También dio paso a la recuperación del primer soñador de DC en la serie “Sandman Mistery Theatre” y a un surtido de números especiales.

 

Sin duda, estamos ante un trabajo clave de los años 90 y esencial para la cultura del Cómic en general. Probablemente su lectura se disfrute mejor de manera continuada, sin grandes pausas intermedias por la enorme cantidad de detalles que se nos podrían pasar por alto en ese caso. Y ahí estriba el aspecto más negativo para recomendar a los lectores españoles la obra THE SANDMAN: su accidentada presencia en el mercado de nuestro país.


 

En principio, por los 90 la editó Ediciones Zinco, dejándola incompleta para luego ser retomada en el punto donde se dejó por Norma Editorial, quien poco a poco también fue rescatando lo anterior en forma de recopilatorios. Cuando Planeta de Agostini adquirió los derechos de DC Comics comenzó a publicar  a partir de 2006 de nuevo la serie en unos cómodos y económicos cuadernillos mensuales que contenían dos números americanos; sin embargo, abandonó el formato tras terminar la saga “Un juego de ti” (nº37) para reimprimir la obra en unos lujosos volúmenes.


 

A pesar de estos esfuerzos editoriales, actualmente por petición de la empresa se han destruido los ejemplares de The Sandman de Planeta que teníamos a nuestro alcance en las estanterías, al haber pasado los derechos de DC Comics a ECC Ediciones, quien al menos a día de hoy aún no ha ofrecido este trabajo en su catálogo. Actualmente tan sólo podemos encontrar números sueltos descatalogados de Norma o Zinco aquí y allá, y reunirlos puede suponer una endemoniada labor. Es una pena que esta serie clave no permanezca accesible; no obstante, para el que desee emprender esa aventura en el mercado de descatalogados o de segunda mano, aquí dejamos el listado completo de números de la serie:

Nº 1_ EL SUEÑO DE LOS JUSTOS
Nº 2_ MALOS ANFITRIONES
Nº 3_ ... SUEÑA UN POQUITO CONMIGO
Nº 4_ UNA ESPERANZA EN EL INFIERNO
Nº 5_ PASAJEROS
Nº 6_ 24 HORAS
Nº 7_ EL RUIDO Y LA FURIA
Nº 8_ EL SON DE SUS ALAS
Nº 9_ HISTORIAS EN LA ARENA
Nº 10-16_ LA CASA DE MUÑECAS
Nº 17_ CALÍOPE
Nº 18_ EL SUEÑO DE UN MILLAR DE GATOS
Nº 19_ EL SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO
Nº 20_ FACHADA
Nº 21-28_ ESTACIÓN DE NIEBLAS
Especial: LA CANCIÓN DE ORFEO
Nº 29-31_ FÁBULAS Y REFLEJOS: “Thermidor”, “Augusto”, “Tres septiembres y un enero”
Nº 32-37_ UN JUEGO DE TI
Nº 38-40_ FÁBULAS Y REFLEJOS: “La caza”, “Lugares blandos”, “El parlamento de los grajos”
Nº 41-49_ VIDAS BREVES
Nº 50_ FÁBULAS Y REFLEJOS: “Ramadán”
Nº 51-56_ EL FIN DE LOS MUNDOS
Nº 57-69_ LAS BENÉVOLAS
Nº 70-75_ EL VELATORIO