- Ábrala de nuevo. Moriré de sofoco si no entra aire fresco.
- No la abriré. Moriré de frío si la ventana está abierta.
- Vamos a dejar la ventana cerrada hasta que esta señora haya muerto de
sofoco, y luego la podemos dejar abierta hasta que esta señora haya muerto de
frío. Después de eso todo volverá a estar bien y tranquilo por aquí.
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