Bueno, realmente el primer título no casa exactamente con lo que les vengo a comentar. Pero de verdad que me gustaría estar entre ellos, ese grupo de privilegiados que son los nietos de este hombre, sin faltar a mis propios abuelos, claro, pero cada cual con sus cualidades, el quinto abuelo que debería tener todo niño es don Juan Muñoz Martín, cuyo nombre es bastante común (cojan si no la guía telefónica) pero sólo hay un cuentacuentos ejemplar.
Recuerdo dos libros de mi infancia que me marcaron: “El pirata Garrapata” (publicado en 1982) y “Fray Perico y su borrico” (1979), por ese orden. Ambos de un estilo sencillo, cercano, muy alegre, motivador, llenos de humor disparatado pero bien casado con la trama, normalmente aventuras. Con gran emotividad hacia los espacios (el barco, la taberna, el convento), y unos personajes campechanos y llenos de buenos sentimientos pero también prestos a actuar. Inolvidable el simpático uso de las rimas, elementales y sin artificio pero bastante pegadizas... Ambos libros con los mismos dibujos de rechonchitos personajes, carismáticos, simples y elegantes a la par, trazo a línea fina en ocasiones temblorosa, con fondos planos, colores y sombreados suaves acuarelosos.
Y ambos de un mismo escritor: Juan Muñoz Martín. Y un mismo ilustrador: Antonio Tello (en unas primeras ediciones los dibujos eran de Yolanda Álvarez, aunque nunca los he podido encontrar).
Me conmovía la ternura que emanaba Fray Perico, pero mi favorito era el pillo Garrapata. Sus andanzas, viajes, los personajes igualmente interesantes y variopintos a su alrededor. Los títulos de cada capítulo, que eran como los del Quijote, en los que se anunciaban acontecimientos que iban a pasar y más te imbuías en la lectura ansioso de conocer qué ocurriría. El limpio amor entre el feo pirata y miss Floripondia, no más hermosa que él, pero ambos perfectos siempre que nos dejaran navegar a su lado. Pero lo peor: aún tengo grabada la angustia que sentía una y otra vez cuando llegaba a la última página de mi ejemplar y la trama quedaba en vilo, esperando su desenlace en el próximo libro. Cada una de las veces que comenzaba a releerlo tenía la esperanza de que esa lectura que me hacía sentir tan vivo cambiara el final por sí solo y tuviera otro desenlace; nunca ocurría. Comencé una cruzada para encontrar la segunda parte, anduve todas las bibliotecas, tiendas de Sevilla agotando en muchas ocasiones la paciencia de mi familia, y de los libreros, pero entonces no había Internet y sólo encontraba una cruel verdad: la historia moría ahí, en los catálogos no se contemplaba que hubiera otro título sobre el personaje. Qué trabajo me costó aceptarlo...
Al cabo de los años, siendo ya mozo, descubrí que Fray Perico sí había continuado sus aventuras, y me leí cuantos pude, con gran alborozo, pero nunca pude quitarme el sinsabor que me había dejado la ausencia del Pirata Garrapata. Sin embargo, al tiempo, siendo ya mayor, descubrí que a finales de los 80 Juan Muñoz Martín sí que había emprendido el esperado regreso del personaje, con “El pirata Garrapata en la India”. Fue un renacer de la ilusión, y desde entonces han sido numerosos los viajes del corsario, incluso en el tiempo.
La sorpresa, agradable sorpresa, que quiero sacar hoy a colación ha sido descubrir que el Pirata Garrapata ha saltado de medio y desde hace pocos años acá ya también lo podemos encontrar en: ¡cómic!. Como no podía ser de otra forma, al guión de Juan Muñoz Martín y acompañado del insustituible en estos preciosos cuentos Antonio Tello. Cuatro son los títulos aparecidos hasta ahora: “El pirata Garrapata en el Museo del Prado”, “El pirata Garrapata en América”, “El pirata Garrapata en Roma”, “El pirata Garrapata en la Luna”. Las historias como siempre muy divertidas, y el aliciente es ver en imágenes secuenciales las disparatadas tramas. El estilo usado es el de álbum tipo europeo, con pocas páginas, en tapa dura y un elevado número de viñetas por página. Quizás lo que en mi opinión menos se ha conseguido ha sido la técnica del coloreado (normalmente los teníamos reproducidos en blanco y negro o en color pero con tonos pasteles suaves de acuarela); en este caso se ha optado por los colores fluorescentes y muy vivos.
Parece ser que en el futuro todos los nuevos libros que nos esperan sobre Garrapata serán publicados en formato historieta y en ellos contemplamos la dedicatoria que en cada uno de ellos Juan Muñoz Martín hace a sus nietos. Como último dato reseñamos que a día de hoy Fray Perico y el pirata Garrapata han vendido en España tres millones de ejemplares, algo sin precedentes en la literatura infantil de nuestro país, por delante incluso de éxitos como Harry Potter.
Recuerdo dos libros de mi infancia que me marcaron: “El pirata Garrapata” (publicado en 1982) y “Fray Perico y su borrico” (1979), por ese orden. Ambos de un estilo sencillo, cercano, muy alegre, motivador, llenos de humor disparatado pero bien casado con la trama, normalmente aventuras. Con gran emotividad hacia los espacios (el barco, la taberna, el convento), y unos personajes campechanos y llenos de buenos sentimientos pero también prestos a actuar. Inolvidable el simpático uso de las rimas, elementales y sin artificio pero bastante pegadizas... Ambos libros con los mismos dibujos de rechonchitos personajes, carismáticos, simples y elegantes a la par, trazo a línea fina en ocasiones temblorosa, con fondos planos, colores y sombreados suaves acuarelosos.
Y ambos de un mismo escritor: Juan Muñoz Martín. Y un mismo ilustrador: Antonio Tello (en unas primeras ediciones los dibujos eran de Yolanda Álvarez, aunque nunca los he podido encontrar).
Me conmovía la ternura que emanaba Fray Perico, pero mi favorito era el pillo Garrapata. Sus andanzas, viajes, los personajes igualmente interesantes y variopintos a su alrededor. Los títulos de cada capítulo, que eran como los del Quijote, en los que se anunciaban acontecimientos que iban a pasar y más te imbuías en la lectura ansioso de conocer qué ocurriría. El limpio amor entre el feo pirata y miss Floripondia, no más hermosa que él, pero ambos perfectos siempre que nos dejaran navegar a su lado. Pero lo peor: aún tengo grabada la angustia que sentía una y otra vez cuando llegaba a la última página de mi ejemplar y la trama quedaba en vilo, esperando su desenlace en el próximo libro. Cada una de las veces que comenzaba a releerlo tenía la esperanza de que esa lectura que me hacía sentir tan vivo cambiara el final por sí solo y tuviera otro desenlace; nunca ocurría. Comencé una cruzada para encontrar la segunda parte, anduve todas las bibliotecas, tiendas de Sevilla agotando en muchas ocasiones la paciencia de mi familia, y de los libreros, pero entonces no había Internet y sólo encontraba una cruel verdad: la historia moría ahí, en los catálogos no se contemplaba que hubiera otro título sobre el personaje. Qué trabajo me costó aceptarlo...
Al cabo de los años, siendo ya mozo, descubrí que Fray Perico sí había continuado sus aventuras, y me leí cuantos pude, con gran alborozo, pero nunca pude quitarme el sinsabor que me había dejado la ausencia del Pirata Garrapata. Sin embargo, al tiempo, siendo ya mayor, descubrí que a finales de los 80 Juan Muñoz Martín sí que había emprendido el esperado regreso del personaje, con “El pirata Garrapata en la India”. Fue un renacer de la ilusión, y desde entonces han sido numerosos los viajes del corsario, incluso en el tiempo.
La sorpresa, agradable sorpresa, que quiero sacar hoy a colación ha sido descubrir que el Pirata Garrapata ha saltado de medio y desde hace pocos años acá ya también lo podemos encontrar en: ¡cómic!. Como no podía ser de otra forma, al guión de Juan Muñoz Martín y acompañado del insustituible en estos preciosos cuentos Antonio Tello. Cuatro son los títulos aparecidos hasta ahora: “El pirata Garrapata en el Museo del Prado”, “El pirata Garrapata en América”, “El pirata Garrapata en Roma”, “El pirata Garrapata en la Luna”. Las historias como siempre muy divertidas, y el aliciente es ver en imágenes secuenciales las disparatadas tramas. El estilo usado es el de álbum tipo europeo, con pocas páginas, en tapa dura y un elevado número de viñetas por página. Quizás lo que en mi opinión menos se ha conseguido ha sido la técnica del coloreado (normalmente los teníamos reproducidos en blanco y negro o en color pero con tonos pasteles suaves de acuarela); en este caso se ha optado por los colores fluorescentes y muy vivos.
Parece ser que en el futuro todos los nuevos libros que nos esperan sobre Garrapata serán publicados en formato historieta y en ellos contemplamos la dedicatoria que en cada uno de ellos Juan Muñoz Martín hace a sus nietos. Como último dato reseñamos que a día de hoy Fray Perico y el pirata Garrapata han vendido en España tres millones de ejemplares, algo sin precedentes en la literatura infantil de nuestro país, por delante incluso de éxitos como Harry Potter.
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