OTROS ACERCAMIENTOS A JAPÓN
Los mangakas, autores de cómic japonés, conscientemente o no, siempre han ido mostrando en su obra conjunta un rico fresco de la cultura japonesa y su paisaje, a pesar de la atracción por lo occidental que observamos les acompaña habitualmente en su hacer. A través de múltiples géneros han hecho de su campo de trabajo un testimonio del ser de la sociedad nipona, de sus intereses, de su sensibilidad, de sus territorios, de sus pasiones. También de su Historia. De hecho, el reto que nos plantemos en BLOG DE ESPIRAL con este artículo es una actividad que consiste en ser capaz de ofrecer una visión histórica de Japón intentando para ello usar únicamente nuestra comprensión y en todo lo posible imágenes extraídas del Manga.
Al reconocer el tiempo y su transcurso por un lugar determinado, estamos desvelando a su vez el paso de unos seres humanos concretos por la vida, y seguramente, aunque existan estanterías interminables de enciclopedias, no nos quedará constancia de ello hasta que hagamos una comprensión personal, que es el mejor patrimonio inmaterial que podemos conservar. Estamos canalizando Oriente a través de este país, y por medio de nuestra experiencia concreta, pero principalmente lo que pretendemos es animar a todo hipotético lector de estas palabras a que indague sus propias pistas, huellas, mapas para construir su versión y así tender un puente a Japón. Y la verdad es que, por ejemplo, en el caso de las imágenes, hemos podido destilarlas sin tener que husmear demasiado, casi fue que ellas nos encontraron a nosotros; así que supongo que habrá tantas certidumbres como personas amen Japón.
Los mangakas, autores de cómic japonés, conscientemente o no, siempre han ido mostrando en su obra conjunta un rico fresco de la cultura japonesa y su paisaje, a pesar de la atracción por lo occidental que observamos les acompaña habitualmente en su hacer. A través de múltiples géneros han hecho de su campo de trabajo un testimonio del ser de la sociedad nipona, de sus intereses, de su sensibilidad, de sus territorios, de sus pasiones. También de su Historia. De hecho, el reto que nos plantemos en BLOG DE ESPIRAL con este artículo es una actividad que consiste en ser capaz de ofrecer una visión histórica de Japón intentando para ello usar únicamente nuestra comprensión y en todo lo posible imágenes extraídas del Manga.
Al reconocer el tiempo y su transcurso por un lugar determinado, estamos desvelando a su vez el paso de unos seres humanos concretos por la vida, y seguramente, aunque existan estanterías interminables de enciclopedias, no nos quedará constancia de ello hasta que hagamos una comprensión personal, que es el mejor patrimonio inmaterial que podemos conservar. Estamos canalizando Oriente a través de este país, y por medio de nuestra experiencia concreta, pero principalmente lo que pretendemos es animar a todo hipotético lector de estas palabras a que indague sus propias pistas, huellas, mapas para construir su versión y así tender un puente a Japón. Y la verdad es que, por ejemplo, en el caso de las imágenes, hemos podido destilarlas sin tener que husmear demasiado, casi fue que ellas nos encontraron a nosotros; así que supongo que habrá tantas certidumbres como personas amen Japón.


Con el paso del tiempo, hubo una sucesión de clanes en el gobierno, hasta que en el siglo XII los caudillos militares (los shogun) accedieron al poder y fundaron una dinastía para regir y someter al país a lo largo del tiempo. Estos hechos establecieron ya un rígido y poco permeable sistema de clases en Japón, que ganó intensidad con los siglos. Era controlado por la disciplina y la fuerza (siendo el brazo armado los samuráis, guerreros al servicio de los señores) y dividía al país en múltiples administraciones locales. Llegó la paz y el Arte fue perdiendo su carácter bélico inicial y se dejó influenciar por la espiritualidad de sus creencias religiosas y su mitología para explicar el mundo, así como por la elegancia de la aristocracia.


Al mismo tiempo, los oportunistas países occidentales comenzarán a armar al ejército nipón, vendiéndole los aparatos modernos de la época. Desde finales del siglo XIX, Japón desarrollará una expansión militar con la intención de erigirse como líder de Asia. El afán belicista de los gobernantes de la época conducirá al país a participar en las dos guerras mundiales y terminar destrozados por los horrores de la guerra, con 500.000 civiles muertos, millones de personas sin hogar y una enorme falta de alimentos y atención sanitaria; eso sin contar la terrible desgracia que sufrieron cuando EE.UU. lanzó bombas atómicas sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki.




El ferrocarril y la alta velocidad serán factores que determinen fuertemente la morfología territorial a partir de los años 50. Las empresas ubicadas en un mismo núcleo se alían para construir infraestructuras que pasen por su zona y así atraer la atención hacia ellas. Surgirá de esta forma una gran competitividad entre las grandes ciudades, aun entre las sedes de la misma compañía. Serán escenas urbanas congestionadas, hechas a través del consumo. Los edificios se convertirán en meros carteles, dominados por los luminosos (con letreros tanto en idioma japonés como en inglés) y su carácter de espacio habitado por nómadas (personas que acuden a través del transporte para trabajar, y luego divertirse). En sus interiores aparece una promiscuidad de usos, motivados por las alianzas económicas: empresas, bancos, pachinkos (espacios de juego japoneses), hoteles, prostíbulos. La significación de esta idea adquiere su máximo por la noche, cuando la espiral de neones se nos torna más evidente.

Es destacable cómo en un ambiente tan moderno aún se desarrollan unas relaciones sociales heredadas de la época feudal japonesa. Existe un lenguaje coloquial en el que la persona se expresa dentro de la familia, uno de respeto para dirigirse a los amigos, y otro de máxima corrección que se utiliza en el ámbito laboral. La normativa es muy estricta y hay muchas censuras de comportamiento, sobre todo en el terreno de lo sexual.

Al llegar los años 90, Japón siente ya la presión económica por la irrupción en el mercado global de otros países del sureste asiático –como China-, que experimentan un espectacular auge por la instauración de un modelo que también compite imitando y perfeccionando los procesos occidentales, pero al mismo tiempo forzando los derechos de los trabajadores (e incluso de los seres humanos), abaratando así los costes de una manera imposible de igualar. Caen empresas niponas que pretendían negocios ferroviarios e inmobiliarios, Japón entra en recesión y se produce la bancarrota de varios bancos, así como una elevada tasa de paro (4%). Las consecuencias se derivan hasta la actualidad, todavía el país no ha remontando el vuelo que llevaba por entonces. A partir de estos momentos, el sistema económico japonés se dispersa y diversifica por todo el tejido y pierden relevancia los núcleos de empresas. La población se une más a su propio territorio y se creará una unidad habitacional -más que el concepto de una casa- con lo mínimo y suficiente para vivir: cama, baño y cocina, apenas 20 m2. Serán complementadas por tiendas que abren 24 horas para atender el resto de necesidades domésticas (lavandería, restaurante, peluquería, librería, etc.). El panorama hoy día se hace muy disperso y con pocos puntos focales, tan sólo las grandes ciudades se mantienen en ese papel.

OTROS ACERCAMIENTOS A JAPÓN
2 comentarios:
Una cosa a tener muy en cuenta es la ideosincrácia nipona. Un pais capaz de superar la desolación (no sólo física, sino moral) de la segunda guerra mundial y erigirse una de las primeras potencias mudiales en apenas 30 años, seguro que también será capaz de dejar atrás esta nueva catástrofe medioambiental y humana. Si bien es cierto que la actual coyuntura política y económica mudial, es diferente, esa mentalidad tan japonesa de resignación/superación les hará, más temprano que tarde, superar la catástrofe y seguir adelante.
Estupendo post y estupendo blog. Enhorabuena.
Hola, Fali
Gracias. Ojalá que sí que pronto recuperen los japoneses el papel que su trabajo, esfuerzo y valía merecen. Ya lo hicieron antes en condiciones muy adversas, y a pesar de cómo anda últimamente este planeta nuestro, estoy convencido de que pueden lograrlo. Y si ellos nos honran "imitándonos", y así han conseguido tantos logros, ¿por qué no decidirnos nosotros a imitarlos a ellos también? A mí me parecen unos maestros excelentes.
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