martes, 31 de julio de 2012

“RECALIBRADOS”, NOVELA DE ANTONIO SANTOS


Los comentarios que me planteo en esta entrada responden a un deseo antiguo, aunque el acercamiento que he tenido hacia ellos ha resultado un proceso largo, tal vez difícil. Básicamente, lo que trato es confeccionar mi propio artículo sobre la novela “RECALIBRADOS”, de Antonio Santos, con la honestidad que pretendo siempre este humilde blog, y para ello debía desprenderme de la implicación personal que obtengo al conocer a Antonio, que me influye, porque con los años he comprobado que es una persona muy comprometida con su trabajo y de nobleza en sus acciones.

¿El modo que se me ocurrió seguir? En primer lugar, comprender los referentes desde los que opera, en este caso primeramente decidí acudir a la serie THE SHIELD, pues el texto original del libro fue el guión de un episodio que elaboró el autor para presentar a la productora, y que rescribió luego cuando cancelaron esta ficción televisiva, que yo no había abordado todavía.

PARTE 1. LA SERIE

El argumento de THE SHIELD se ubica en la ciudad estadounidense de Los Ángeles, en concreto en un distrito de ella llamado Farmington (nombre ficticio). La elección de la localización geográfica no es casual, pues en la realidad se trata de uno de los lugares más contradictorios del planeta: el éxito económico y el poderío como potencia del país se ha sustentado en buena parte en la especialización de la costa oeste en la industria armamentística desde la Segunda Guerra Mundial. Por otro lado, Los Angeles arrastra problemas históricos como la escandalosa segregación social y racial, y la utilización de la religión como sistema de control por el miedo supersticioso. El resultado es una colectividad que disfruta de las bondades y el agrado del clima y el territorio (cuando no les azota con terribles desastres naturales) y que convive en un entorno de violencia, enajenación mental, tráfico y consumo de drogas y armas, enfermedades propias de las ciudades occidentales contemporáneas, gigantizadas en este caso. Aunque a una escala más pequeña pero similar, podríamos acudir a un antiguo estudio de nuestro archivo, donde habábamos de la ciudad de la costa oeste de EE.UU., Oxnard, y que podría ser un ejemplo ilustrativo:


Si bien Jaime Hernández retrataba a los habitantes normales y corrientes de dicha ciudad, sus emociones y cómo son afectados  por el entorno, la serie de T.V. ingresa en una escala mayor, la de las instituciones que intentan mantener la convivencia en la zona, en concreto se focaliza en el departamento de policía que se ocupa del distrito Farmington. Precisamente, la comisaría está emplazada en una antigua iglesia y eso ya empieza a mostrar el carácter trasgresor que persigue la serie. La trama comparte protagonismo entre diferentes personajes, que desarrollan el día a día de su trabajo bajo circunstancias extremas, de modo que la responsabilidad que han asumido incide en sus labores y su conducta, perjudicándolos también a ellos y sus propias vidas. Asimismo, el uso que se da a la cámara va buscando una faceta documental para empatizar con el espectador.

Existen varios niveles dentro de las labores del departamento: sobresale el Equipo de Asalto y su líder, Vic Mackey. Juntos se encargan del trabajo de campo, del trato con las bandas y del uso de la autoridad, con contundencia si es preciso. Eso les sitúa en un eslabón complicado dentro de la realidad desbordante que habitan, y que los somete a gran tensión, al eterno debate de hasta cuándo el fin justifica los medios, de si es posible danzar en los límites de lo legal, sobrepasarlos si es necesario para sobrevivir o mantener la convivencia. Cuando vemos cada capítulo nos ponemos en su piel, vivimos los relatos fieros, sin concesiones al descanso; después de todo eso, nos parecerán continuamente héroes o canallas.

  


Completan el reparto de la serie el capitán David Aceveda, un agente que conoce el oficio, que sabe cómo moverse en él, y al mismo tiempo deseoso de librarse de todo ese infierno y gozar de una vida diferente, falsa si es preciso, tirando de sus aspiraciones políticas para ascender al estrato de los privilegiados. También está la pareja de detectives Dutch y Wyms, especializados en el trabajo de investigación e interrogatorio; su tarea contrasta con la del Equipo de Asalto, es metódica, deductiva, más lenta en obtener resultados, aunque normalmente igual de eficaz. Ambos grupos están enfrentados, los detectives aún confían en la honradez y la inteligencia, mientras que los otros buscan acción pura al haberse corrompido con el medio; a su manera, también se admiran.



PARTE 2. EL LIBRO




La novela “RECALIBRADOS” parte pues de la serie The Shield, y aborda a sus personajes y circunstancias, aunque no se quedará sólo ahí. La crudeza de sus historias inspiraron a Antonio Santos a tomarlas y proyectarlas como un futuro antiutópico, en una narración de ciencia ficción inmersa dentro de un universo propio que es compartido por algunas de sus otras creaciones. Tan extenso y complejo, tanto en su caracterización como en su desarrollo literario en el tiempo, podemos descubrir algo de él si observamos el “Breve glosario” que hace de apéndice de este libro, o también permaneciendo atentos al blog,


donde en cierta clave de recurso estilístico nos habla de las obras que le motivan, hace crítica de las que menos y también de la actualidad, relacionándolo como un todo con el proceder de su obra, quedando una original posibilidad ficticia/real. Todo ello parte de una honda reflexión que el autor hace del mundo que habita, de cómo lo asimila y lo siente, confeccionando su propia respuesta a un entorno que -aunque sus acontecimientos se muevan siempre en el complicado terreno de la incertidumbre- es sofisticada y posible. Para la novela en cuestión que tratamos, aunque contextualizada en este particular universo, se aloja dentro de una preocupación de Antonio Santos acerca del presente en el que la elabora (notamos que se publicó en noviembre de 2010).

De esta forma, nos presenta un planeta Tierra llamado “El Valle”, bestialmente contaminado, un medio agresivo para la vida, sólo habitable gracias al “recalibrado” de sus habitantes. Por tanto, la supervivencia fue posible gracias al GENEmod, técnica de mejora del ADN que procede de la forma política Pax GATTACA, cuyas pretensiones eran la manipulación genética y ética del ser humano para equilibrar y controlar a la sociedad. De esto se derivó una guerra (la “Rebelión”) entre partidarios y detractores, siendo la victoria decisiva para los partidarios de la Pax G, purificados psicogenéticamente (“probetas”), que se instalaron en Marte y dejaron “El Monte” -una ciudad flotante- sobre El Valle para controlarlo y usarlo como operador de la industria y vertido de sus residuos. Los perdedores necesitaron de la tecnología que promovían aquellos para sobrevivir, a su vez evolucionándola de un modo propio, y viven en  un entorno hostil y en proceso inexorable de deterioro, divido entre el rechazo al poder establecido o la aspiración a “ascender” a la otra sociedad. Lo que sí parecen compartir las estructuras gobernantes de ambas ramas humanas es la necesidad de integrarse en el negocio interplanetario. En El Monte se persigue controlando claramente el papel de cada ciudadano, sin posibilidad de ascender, y en El Valle se lleva a cabo por medio de un gobierno que ejecuta lo necesario sin reparo. Ambas sociedades reflejan el espíritu cultural de una época, la de los noventa en el primer caso y las de los ochenta en el segundo, que sirven de debate entre ambos.

Como vemos, sólo este momento dentro del universo ideado por el autor ya es complejísimo, y es mucho más rico y completo de lo que resumimos sobre estas líneas. Pese a que múltiples asociaciones nos llegan a la mente, si atendemos a nuestra actualidad y a la interpretación propia que al autor hace de ellas, no se trata de ser convencidos por esta creación literaria, sino de estudiarla y comprenderla para poder disfrutar del relato.

Evidentemente, esta historia, “Recalibrados”, no se limita a la descripción de un mundo de ficción. Es más, diríamos que este aspecto permanece en flotación sutilmente entre medio de la acción, dejado ahí para el lector atento; incluso podríamos prescindir en parte de sus detalles sin afectar notoriamente a la comprensión el todo, ateniéndonos sólo a la faceta de entretenimiento, claro. Esto es posible por la técnica narrativa que se emplea, ágil y fresca: nos va exponiendo en tiempo presente los acontecimientos que van acaeciendo a los personajes, de una manera muy gráfica, directa, contagiada de los recursos del guión televisivo, quizás alimentada también por la faceta de dibujante de cómic de Santos. Los instantes descritos así van tomando una forma definida en nuestra mente y se van concatenando entre palabras, descripciones, diálogos, llamadas de atención directas al lector (obsérvense las apelaciones “Fíjate en...”, “Lo dicho:”, Anótatelo:”, “No te lo pierdas:”, etc.), de una manera categórica, cruda a veces, constatando otras, en todo momento demostrando un absoluto control de lo que se quiere contar.

Dentro de este planeta complicado de habitar, los protagonistas con los que identificarnos están El Valle, focalizados a través de la figura de Vic V, trasunto de Vic Mackey. La comisaría de Farmington y sus empleados se constituyen para el escritor como un modelo que encaja a la perfección con las circunstancias que se describen en este universo ficticio, y que ofrece ricas caracterizaciones, de gente expuesta a situaciones implacables y que responde de la misma forma, pero que nos hacen sentir en parte indulgencia con ella por la tensión a la que se enfrentan. Medina será Aceveda, Hal R por Dutch y Paula M en lugar de Wyms; el Equipo de Asalto tomará el nombre de la Brigada Mjolnir. En general podemos decir que todos estos personajes (y otros más inspirados en otras obras) aquí aparecen representados de una manera magistral, se nota detrás un exhaustivo trabajo de estudio de la psicología y comportamiento tanto de los papeles como del matiz que le dan los actores que los interpretan. Nadie queda definido de una manera plana, y sin duda eso es uno de los grandes valores de esta novela.

El argumento no lo queremos diseccionar demasiado, pues por el estilo sin tregua con se va exponiendo invita a ir descubriéndolo poco a poco, pero sí podemos decir que gira en torno al llamamiento que reciben Vic V y el capitán Medina desde El Monte para investigar un crimen cometido allí pese a su limpieza del género humano, y cómo se relacionará con otros casos y realidades de El Valle.

Praxis, contextualización, suspense y desenvoltura de los personajes son recibidas con una gran riqueza de vocabulario, y en ese proceso el autor desprende unas depuradas ideas de CI-FI, algunas prestadas, otras mejoradas y la mayoría de interpretación propia, fruto sin duda de su amplio conocimiento e interés por el tema. En todo momento nos va haciendo una narración muy alumbradora, con alusiones a películas, figuras del mundo de la cultura, libros, personajes de ficción, actores, etc. que nos ayude a entender mejor lo que se está tratando, o incluso a ampliar nuestro conocimiento del tema si nos surge la curiosidad. A ratos parece que tras el narrador nos está hablando un urbanista, otras un científico, o un estratega, un empresario, un informático, un mafioso... No obstante, si bien el discurso que se nos ofrece es generalmente elevado y culto, también hay que decir que barre todas las escalas, de una manera didáctica, ya que deja entrar relaciones con la cultura de masas más elemental, incluso se hacen asociaciones gráficas sencillas, como por ejemplo la relación de Vic V con los vikingos (creo que muchos recordarán la serie de dibujos animados “Vicky el vikingo”) y su brigada con la mitología nórdica del personaje Thor de Marvel Comics. Esta acción de imbuirse de referentes de todo tipo no sólo supone el acercamiento hacia una esfera cultural minoritaria, sino que podemos decir que hace trascenderla a un estrato de mayor importancia para un lector no iniciado en el tema.

En definitiva, con estos planteamientos no afirmo que “Recalibrados” haya conseguido una fórmula mágica para ser estandarizable y garantizar el entretenimiento de todo el mundo, creo que eso sería minusvalorar sus aciertos. Más bien, la considero un digno ejemplo de cómo un autor representa con creatividad su propia concepción del mundo, forja unos personajes y unos acontecimientos y de verdad les hace cobrar vida, cómo por el camino emplea con solvencia conocimientos adquiridos mediante su estudio particular, reflexiona sobre lo que escribe y en todo momento mantiene el control con elegancia y estilo. Yo, por si acaso estaré atento a esta historia de la frontera.

1 comentario:

antonio santos dijo...

¡Y tú me pides reseñas, cuando soy yo quien debe aprender de ti! Excepcional reseña, Alejandro. De las de "make my day". Efusivo aplauso de respeto y reconocimiento por tu gran comentario y vastos conocimientos. Sinceramente.