Normalmente procuramos atender con la mayor atención nuestra sección de correo del lector, aunque siempre estamos limitados por esa falta de tiempo que nos tiraniza a muchos. Un mensaje reciente que me hizo pensar fue el de María, una mamá soltera que es lectora de nuestro BLOG DE ESPIRAL y que afortunadamente tiene en la actualidad un trabajo y ha eludido esos 5 millones de parados (y esos otros tantos milloncejos de autónomos que sin ingresos siguen resistiendo con su negocio abierto y aguantando que les digan que la economía está sumergida, sí, pero con la cabeza metida en el inodoro). Por lo interesante de su aportación he decidido responder por aquí públicamente, aunque aviso antes que esto tiene muy poco que ver con Cómic y además es una divagación ociosa por mi parte.
Sobre todo, Mari sigue las tiras cómicas realizadas por Ale, y nos decía que, ahora que está releyendo la 1ª Temporada de FAIRPLAY Y PAZ [PIS] para situarse en la 2ª, notaba que el tema de la igualdad de género está muy poco tocado en la serie, sólo pinceladas, y que por ejemplo en FAIRPLAY Y PAZ [PIS].29 no sabía a qué conducía eso que se decía de aumentar los sueldos para que los dos progenitores no estuvieran obligados forzosamente a trabajar, y así al menos uno de ellos pudiera atender a su/s hijo/s. Y se refería a que al final ello siempre conduce a que sea la mujer la que sacrifique su vida profesional, y que entonces todo el esfuerzo que se había invertido para su incorporación al mundo laboral se perdería en la nada. Más aún, en su caso, que constituye una familia monoparental no le queda más remedio que acudir a diario a su puesto y no faltar ni por motivos de salud, como está el tema en la actualidad, así como echar todas las horas extras sin pagar que le exijan. Sin la ayuda de sus padres, que cuidan de su pequeña, esto no sería posible.
Sobre todo, Mari sigue las tiras cómicas realizadas por Ale, y nos decía que, ahora que está releyendo la 1ª Temporada de FAIRPLAY Y PAZ [PIS] para situarse en la 2ª, notaba que el tema de la igualdad de género está muy poco tocado en la serie, sólo pinceladas, y que por ejemplo en FAIRPLAY Y PAZ [PIS].29 no sabía a qué conducía eso que se decía de aumentar los sueldos para que los dos progenitores no estuvieran obligados forzosamente a trabajar, y así al menos uno de ellos pudiera atender a su/s hijo/s. Y se refería a que al final ello siempre conduce a que sea la mujer la que sacrifique su vida profesional, y que entonces todo el esfuerzo que se había invertido para su incorporación al mundo laboral se perdería en la nada. Más aún, en su caso, que constituye una familia monoparental no le queda más remedio que acudir a diario a su puesto y no faltar ni por motivos de salud, como está el tema en la actualidad, así como echar todas las horas extras sin pagar que le exijan. Sin la ayuda de sus padres, que cuidan de su pequeña, esto no sería posible.
Me dio qué pensar la sinceridad y la verdad contenida en sus palabras. En primer lugar, diría que FAIRPLAY Y PAZ [PIS] es en mucho un clamor que sale del alma, a veces muy inmediato, como el dibujo, que está realizado intencionadamente al primer trazo. Por supuesto, los guiones no son hechos por un moralista, sino por una de las personas con más defectos del mundo, o sea yo. Además, cada situación, cada personaje, exige interpretar un papel dentro de una trama, y ello nos obliga a tomar diferentes voces sin que tengan por qué ser la propia. En este caso, estos dos protagonistas (Humberto –sin hache, a la italiana- y Cata) son la única pareja de todo el reparto que ha contraído matrimonio, y ellos nos sirven para explorar algunos aspectos de este tipo de vida. Reiteramos que ¡no son tiras para niños! [me recomí por dentro cuando vi que mi tía les había impreso unos cuantos dibujos a mis primos chicos para que los colorearan, y entre ellos estaba Carradine en pelotas...]
El caso es que la igualdad de género es un tema que sí me interesa sobremanera, sólo que me encuentro atenazado por alguna forma de plantearlo en la realidad que me hace intentar pasar de puntillas por él. Supongo que todo proviene de la experiencia particular, la mía se conformó cuando asistí voluntariamente a unas jornadas sobre orientación laboral, igualdad de género y medio ambiente, pagadas con dinero público. Sobre el primer aspecto, se insistía en que eso de la “crisis” económica era una patraña para desestabilizar al Gobierno, y éste insistía por entonces en que todo eran “leves oscilaciones del mercado”. Para ella, la clave era que los trabajadores españoles estaban obsoletos, decía, y que tenían que abrirse a los “nuevos yacimientos de empleo” (¿se referiría esta mujer a meterse en política?). Era 2009, y mientras los islandeses atajaban recortando por arriba, el resto de Europa -ajenos a esta noticia- no nos hemos quejado hasta que los de arriba, viendo nuestra pasividad, han averiguado cómo recortar desde abajo y traer la Edad Media al siglo XXI. Y que conste que no sólo estoy haciendo una crítica al actual gobierno, creo que aquel año era el momento de haber exigido responsabilidades atrás todos los años que hicieran falta. “Proterrorista”, me llamó un compañero de trabajo por entonces cuando expresé esto; no digo cómo está el pobre a día de hoy, y por supuesto sus ideas actuales son mucho más malévolas que las que yo pudiera tener entonces.
El otro tema escabroso fue el de la igualdad de género. La charla ya comenzó con la frase de “Mujeres, rebelaos”. Sin embargo, aunque la profesora poseía una competencia técnica exquisita, en el discurso soltó públicamente otra perla, “Parezco un hombre, que no sé hacer dos cosas a la vez”. Como hombre, pasé ignorado la totalidad de la clase, y mareado por tod@s l@s arrob@s; sólo al final se pidió algo de retroactividad y tuve que hacer un comentario, a lo que dije que me hubiera gustado en el planteamiento de la clase (que no en el contenido) algo más de igualdad de género. No digo los demonios que me fueron arrojados y me quedé pensando que yo debía ser un machista irredimible. No obstante, alguna chica de manera privada, y sólo después, me mostró su solidaridad.
Pues resulta que el asunto me preocupa de una manera importante en mi fuero interno, y hace unos meses, en este 2011, volví a asistir a otros cursos de estos, pagados con dinero público. En esta ocasión era un profesor, y en vez de hablar de igualdad de género nos contó su “heroica” vida desde que salió de su pueblo, largando chistes verdes, homófonos y racistas. Por supuesto, esta vez no permanecí hasta el final.
Y esta mañana mismo, fiesta del Corpus, en un bloque que vivimos más de 100 personas, un par de ancianas han puesto un altar que ocupa toda la entrada al portal, y entre santos, flores, cacharras y banderitas de España allí permanecen ellas atentas a todo el que sale y entra como puede por entre los chismes. “Hace falta mano dura”, reiteran, y me preguntan que yo de quién era. “De Marujita, le dije yo a la vieja”.
Así que, aunque dos de los colaboradores de BLOG DE ESPIRAL, Rosa y Juanma, habían preparado el guión para sendas tiras de la 2ª temporada de FAIRPLAY Y PAZ [PIS], muy inteligentes, sobre machismo y feminismo, la verdad es que lo tengo muy aparcado y probablemente no salgan publicadas, aunque no es aún definitivo. Estoy cansado de cualquier tipo de guerra.
Y volviendo a centrar la reflexión en tu inquietud, María, espero que al menos sí aceptes el hecho de que los sueldos deberían subir bastante, a costa de una amplia rebaja de los de los políticos, “van queros” o altos directivos de multinacionales, esa gente que no ha dado un palo al agua en su vida. Creo que es algo en lo que estamos todos de acuerdo (y la pregunta no va dirigida a políticos, “van queros” ni altos directivos de multinacionales, ojo).
En este mundo actual, ALGO PASA (y no precisamente con Mari).
El caso es que la igualdad de género es un tema que sí me interesa sobremanera, sólo que me encuentro atenazado por alguna forma de plantearlo en la realidad que me hace intentar pasar de puntillas por él. Supongo que todo proviene de la experiencia particular, la mía se conformó cuando asistí voluntariamente a unas jornadas sobre orientación laboral, igualdad de género y medio ambiente, pagadas con dinero público. Sobre el primer aspecto, se insistía en que eso de la “crisis” económica era una patraña para desestabilizar al Gobierno, y éste insistía por entonces en que todo eran “leves oscilaciones del mercado”. Para ella, la clave era que los trabajadores españoles estaban obsoletos, decía, y que tenían que abrirse a los “nuevos yacimientos de empleo” (¿se referiría esta mujer a meterse en política?). Era 2009, y mientras los islandeses atajaban recortando por arriba, el resto de Europa -ajenos a esta noticia- no nos hemos quejado hasta que los de arriba, viendo nuestra pasividad, han averiguado cómo recortar desde abajo y traer la Edad Media al siglo XXI. Y que conste que no sólo estoy haciendo una crítica al actual gobierno, creo que aquel año era el momento de haber exigido responsabilidades atrás todos los años que hicieran falta. “Proterrorista”, me llamó un compañero de trabajo por entonces cuando expresé esto; no digo cómo está el pobre a día de hoy, y por supuesto sus ideas actuales son mucho más malévolas que las que yo pudiera tener entonces.
El otro tema escabroso fue el de la igualdad de género. La charla ya comenzó con la frase de “Mujeres, rebelaos”. Sin embargo, aunque la profesora poseía una competencia técnica exquisita, en el discurso soltó públicamente otra perla, “Parezco un hombre, que no sé hacer dos cosas a la vez”. Como hombre, pasé ignorado la totalidad de la clase, y mareado por tod@s l@s arrob@s; sólo al final se pidió algo de retroactividad y tuve que hacer un comentario, a lo que dije que me hubiera gustado en el planteamiento de la clase (que no en el contenido) algo más de igualdad de género. No digo los demonios que me fueron arrojados y me quedé pensando que yo debía ser un machista irredimible. No obstante, alguna chica de manera privada, y sólo después, me mostró su solidaridad.
Pues resulta que el asunto me preocupa de una manera importante en mi fuero interno, y hace unos meses, en este 2011, volví a asistir a otros cursos de estos, pagados con dinero público. En esta ocasión era un profesor, y en vez de hablar de igualdad de género nos contó su “heroica” vida desde que salió de su pueblo, largando chistes verdes, homófonos y racistas. Por supuesto, esta vez no permanecí hasta el final.
Y esta mañana mismo, fiesta del Corpus, en un bloque que vivimos más de 100 personas, un par de ancianas han puesto un altar que ocupa toda la entrada al portal, y entre santos, flores, cacharras y banderitas de España allí permanecen ellas atentas a todo el que sale y entra como puede por entre los chismes. “Hace falta mano dura”, reiteran, y me preguntan que yo de quién era. “De Marujita, le dije yo a la vieja”.
Así que, aunque dos de los colaboradores de BLOG DE ESPIRAL, Rosa y Juanma, habían preparado el guión para sendas tiras de la 2ª temporada de FAIRPLAY Y PAZ [PIS], muy inteligentes, sobre machismo y feminismo, la verdad es que lo tengo muy aparcado y probablemente no salgan publicadas, aunque no es aún definitivo. Estoy cansado de cualquier tipo de guerra.
Y volviendo a centrar la reflexión en tu inquietud, María, espero que al menos sí aceptes el hecho de que los sueldos deberían subir bastante, a costa de una amplia rebaja de los de los políticos, “van queros” o altos directivos de multinacionales, esa gente que no ha dado un palo al agua en su vida. Creo que es algo en lo que estamos todos de acuerdo (y la pregunta no va dirigida a políticos, “van queros” ni altos directivos de multinacionales, ojo).
En este mundo actual, ALGO PASA (y no precisamente con Mari).
No hay comentarios:
Publicar un comentario