martes, 20 de diciembre de 2011

ENTREVISTA A ALAN MOORE SOBRE JERUSALÉN [Junio de 2011]. Parte 2


PARTE 1 ENTREVISTA

-Realmente disfruté de tu revista “Dodgem Logic”. Parecía muy, y me refiero en el buen sentido, pasada de moda. Cuidaba por los intereses de la persona. ¿Qué te enseñó la experiencia, aparte de que es muy difícil pagar adecuadamente a la gente y hacer las cosas adecuadamente?

Me divertí tanto haciendo “Dodgem Logic”, y sí, pretendía regresar a la clase de energía y espíritu de las revistas underground de las que tanto disfrutaba durante mis años de formación. Pero al mismo tiempo no queríamos que fuera un ejercicio retro de nostalgia psicodélica. Queríamos que fuera una revista como no lo son en realidad ‘Oz’ y todas ésas.

Maravillosas como yo las encontraba cuando tenía 15 años, queríamos hacer algo que fuera de verdad relevante para los tiempos en los que vivimos, que de alguna manera usara el espíritu y las actividades del underground en un nuevo contexto, y creo que lo conseguimos. Si nos fijamos, hay en realidad mucho más contenido del que solía haber en esas viejas revistas underground.

A pesar de que las amaba, rellenaban páginas con confusos collages de periódicos variados recortados de la prensa sensacionalista del día, con llamativos titulares yuxtapuestos a imágenes de revistas pornográficas. Había muy poco contenido. Cuando había contenido a veces era maravilloso. Pero no había mucho.

De “Dodgem Logic” me gustó de verdad la política que tomamos –probablemente una política suicida- de no tener patrocinadores que nos pagaran. Me gustó la forma en que tomamos a gente que en muchos casos está en la cima de su campo individual y la mezclamos con gente del tipo que logramos conocer, que presentaban pasión o talento.

Quizás hubo momentos de irregularidad en “Dodgem Logic”. Sí, no pretendía ser realmente una revista completamente profesional en el sentido en que tendemos a esperar que sean las revistas profesionales. Queríamos algo que tuviera límites accidentados y que probablemente casi hiciera afrontar con toda certeza numerosas cataratas de Pratt, porque tienes que estar preparado para el riesgo si vas a hacer algo que es atrevido. Me encantó, pienso que hubo momentos increíbles ahí. Los recuerdos al ‘Blitz’ de Michael Moorcock; el maravilloso primer capítulo de la autobiografía de Tom Pickard; la parte de Ian Sinclair; las instantáneas fotográficas; las tiras cómicas; trabajar de nuevo con gente como Lápiz Salvaje, fantástico; los increíbles cómicos que tuvimos. Fue de verdad una buena mezcla y aunque ha perdido una asquerosa cantidad de dinero de verdad que no cambiaría nada. Estoy realmente encantado de haberlo hecho.

Aún no hemos terminado, estamos sacando adelante y haciendo funcionar la versión web y luego si hay una manera de que podamos volver a la publicación en un medio impreso comprobaremos las diferentes opciones. Creo que Robin Ince está organizando un par de formas de elevar los beneficios.

-Él es condenadamente bueno en eso.

Sí, Robin es fantástico en ello. No sé cómo consigue encontrar el tiempo de organizar tantas cosas y encontrar el tiempo y llevar una carrera de escritor y cómico de élite.

-Creo que cuando siente que debe escribir sus monólogos lo hace como una especie de actividad complementaria, va y lo hace y se siente como si lo hiciera sin restricciones.

Sí, es incansable, ahora habla de presentar a todos los cómicos de “Dodgm Logic”. Estamos pensando en organizar dos actuaciones nocturnas, puede que en esa compañía de cómicos y otra en compañía de bandas que hayan ofrecido sus servicios.

Tendremos a todo el mundo informado. Por lo tanto, “Dodgem Logic” no se ha acabado necesariamente. Y tiendo a pensar que donde fue recibido fue muy bien recibido.

Era un problema económico. Vendíamos algo así como 15.000 copias. Pero eso queda lejos de una tirada de 30.000 y era una tirada decente para una revista, si incluyera anuncios o valores de producción ligeramente más bajos, o un precio de portada ligeramente más alto, probablemente podríamos haberla hecho funcionar, pero no queríamos hacer esas cosas, por lo que estamos volviendo a pensarlo para ver si hay alguna forma de editarlo como una publicación en medio impreso, por el que yo tengo cariño.

-Claro, para alguien que está escribiendo un fantástico libro condenadamente grande me imagino que sientes un gran amor por los libros como objetos.

No es patológico. Acepto que las cosas cambian y que el futuro de la lectura podría estar en la forma de un Kindle o un iPad, pero de alguna forma tiendo a pensar que el libro está perfectamente adaptado. Es como un tiburón; los tiburones no han evolucionado en millones de años porque no lo necesitan. Son realmente buenos siendo tiburones y creo que lo mismo es cierto para un libro.

Podría estar equivocado y la situación cambia y no hay más libros. Al menos todavía tendré todos los míos y estoy seguro que me adaptaré pero de alguna manera dudo de que algunas de estas formas básicas vayan a desvanecerse sólo porque tenemos una nueva alternativa. Tenemos películas hace tiempo pero aún hay óperas.

Emotivamente sí, por supuesto, adoro el olor del papel. Adoro el olor del papel por la mañana, huele a victoria. Uno de mis mayores placeres con “Lost Girls” fue lo fantástico que olía el papel. Apenas tuve dificultad en leer el libro. Estaba extasiado por el olor del papel. Pero ya sabes, probablemente eso sólo sea una obsesión personal.

-Pero venía en un estuche, ¿no? Hay algo de satisfacción en sacar algo de un estuche. Te hace sentir todo un acontecimiento cuando seleccionas un volumen.

En “Lost Girls” fue todo idea de Melinda pero yo estuve completamente de acuerdo con su sugerencia. Ella cayó en que era importante convertirlo en un artefacto tan bello como fuera posible para disipar las connotaciones que generalmente, y bastante justamente, rodean a la palabra pornografía.

Probablemente fuera el envoltorio azucarado de una píldora picante pero era particularmente bello. Me dije: “Vamos a tomar esto muy en serio”. Es una forma de decirle al lector que esto no es sólo una explotación barata de trabajo, así no es como sus autores lo ven. Creo que de verdad nos funcionó bastante bien en “Lost Girls”.

-Va a haber algunos mapas en “Jerusalén” y hablas de diseñar la portada, ¿pero se hace muy raro volver a escribir sin ilustrador o no teniendo a alguien con quien intercambiar?

Fue una cosa muy extraña la primera vez que lo hice con mi primera novela, “La voz del fuego”, me llevó cinco años y la encontré una experiencia muy solitaria porque por primera vez estaba escribiendo un trabajo sustancial de extensión sin poder confrontar ideas con un colaborador y sin tener a nadie interesado en el trabajo junto a mí.

Supongo que con “Jerusalén” estoy embarcándome en un trabajo mucho mayor pero me he desarrollado como escritor desde que escribí “La voz del fuego”. Sabiendo ahora más lo que espero, creo que estoy llevando “Jerusalén” muy bien. Es muy cómodo. Es un gran viaje sin la compañía de nadie más. Aunque no sé si parece que sólo está ajustando mi pensamiento a una escala mayor.

No es tan difícil como lo fue “La voz del fuego”. Con “La voz del fuego” no sabía si sería capaz de escribir una novela, no sabía si lograría terminarla. No sabía si iba a funcionar.

Era un medio con el que nunca había trabajado antes. De modo que me entraron todas las inseguridades que llegan a cualquiera cuando trabaja en un medio en el que no se encuentra seguro. Pero sólo tengo una novela en mi trayectoria no gráfica, aunque tengo bastante experiencia como escritor. Espero que nunca vuelva a hacer nada tan largo como esto.

-¿Y cómo celebrarás escribir una novela de 750.000 palabras?

Cogeré y me echaré un rato a descansar.

-¿No vas a tomarla de nuevo y empezar a leerla desde el principio?

Oh, sí, lo haré. Cuando escriba esa última palabra, volveré a revisarlo todo. Pero eso no llevará mucho tiempo. Puedo repasar un capítulo por día, de manera que llevará en torno a un mes. Hay 35 capítulos. También le pediré a mi amigo Steve Moore que me ayude con eso porque es lo más parecido a un editor a quien permitiría acercarse a esto.

Cualquier editor que se precie inmediatamente me diría que eliminara dos tercios de este libro. Eso no va a ocurrir. Dudaría que Herman Melville tuviera editor, y si lo tuvo, ese editor le habría dicho que se librara del aburrido tema de la caza de ballenas. Ya sabes, “Acorta la persecución, Herman”.

Así que Steve vendrá y comprobará cualquier cosa. Quería asegurarme de que todo el contexto histórico es tan exacto como sea capaz de hacerlo. Hago algunas absurdas reivindicaciones en el transcurso de este libro así que creo que es importante que la información que es real esté completamente documentada y sea completamente exacta.

En respuesta a tu pregunta, probablemente llevaré a Melinda a un restaurante chino y nos atiborraremos de sake. Dejé de beber en 2000 porque me aburrió. Me di cuenta que cuando tenía 14 años había pretendido que me gustara el sabor de la cerveza, porque pensaba que me haría parecer más varonil –en lugar de cherryade [bebida de zumo de cereza], que fue mi primer amor, pero no podía decirlo cuando tenía 14. Así que dejé de beber cerveza, por aburrimiento en torno a 2000.

Pero soy muy aficionado al sake. Es sorprendente cómo se arrastra a través de ti.

-Sí, especialmente cuando está caliente. Su sabor reconforta.

Eso es, no sé por qué pero estaba hablando con algunos científicos de los ‘Uncaged Monkeys’ y les preguntaba ¿qué pasa con el sake? ¿Por qué hace eso? ¿Qué posible diferencia puede tener caliente?

-Hay cuatro cuestiones por las que siempre preguntamos. Primero, ¿había un plan en tu carrera?

No, excepto por el plan que construía poco a poco. No tenía ni idea de que iba a poder vender algún trabajo a alguien cuando comenzaba. Cuando aterricé en el trabajo de dibujante en el periódico musical ‘Sounds’, pensé que podría ser capaz de durar un par de meses antes de que la gente se diera cuenta de que no tenía talento y viniera y me lo devolviera todo.

Pero pensé que al menos podría decir que aguanté unos cuantos meses, ganándome la vida con mi arte y eso es algo de lo que estar orgulloso. Así que, cuando me di cuenta que no iba a haber nadie viniendo y devolviéndomelo todo, empecé a pensar, bien, tengo un trazo algo precario para este mundo y esta situación, ¿cómo podría mejorarlo? De modo que sí, se puso en marcha una tremenda cantidad de estrategias pero no, mi único plan era ver si podía ganarme la vida haciendo algo que me gustara.

Cuando descubrí que podía, adopté mi plan. ¿Podía ganarme la vida haciendo algo que me gustara que fuera también progresivo y fuera llevándolo a las áreas que me interesaban de verdad? Sólo ha sido una cuestión de incrementar mis ambiciones y por esto es por lo que terminas haciendo un libro de tres cuartos de millón de palabras.

-Me preocupa que para el próximo vayas a pensar: “Bien, todo estuvo bien, incluso me divertí”.

El tema es que “La voz del fuego” tenía en torno a 300 páginas e iba todo sobre el condado de Northamptonshire. Éste tendrá tres cuartos de millón de palabras, probablemente, y va enteramente de cinco a seis manzanas de Northamptonshire. En torno a media milla cuadrada.

Así que la próxima tendrá varios millones de palabras e irá simplemente de este rincón del salón. Espero que pueda echar el freno.

-¿Votas?

No, soy anarquista de hace mucho tiempo... Voté una vez. Voté a Jim Callaghan porque un amigo más activo en política me dijo que Edward Heath era un fascista y no votar hubiera sido tan bueno como votar a Edward Heath, lo que habría sido tan bueno como votar a Hitler.

Ya sabes, por aquella fecha no conocía una opción mejor. Edward Heath era sólo un tory a la vieja usanza [nombre que se da quien apoya o pertenece al partido conservador inglés], pero por entonces no sabíamos que habría nuevos tories. De modo que parecía bastante malo y por eso voté a Jim Callaghan.

Jim Callaghan ganó e inmediatamente comenzó a traer misiles americanos teledirigidos a las bases británicas, comprados por una de las peores legislaciones anti-inmigración que he visto nunca. Y pensé, vale, eso es culpa mía.

Me lo tomé en serio, no me gusta votar porque no creo en el proceso democrático, y no creo que eso sea democracia. Democracia como yo la entiendo es ‘demos’ – las reglas del pueblo. No dice nada de las reglas de representantes electos. Planteé en “Dodgem Logic” que había una opción que proponía algo que yo encontraba preferible, era a la manera ateniana.

-Sí, eras llamado a convocatoria.

Se hace por sorteo. Si hay que tomar una decisión de importancia nacional, se designa un jurado o un parlamento por sorteo. Oirán ambos lados del argumento, votarán y el jurado será disuelto. De esta forma no hay manera de que puedas votar privilegios extra para los miembros del Parlamento porque no hay ninguno. Es más de tu interés votar lo que es de interés general para la mayoría de la población a la que retornarás.

No estoy diciendo que sea una idea perfecta pero es quizás una de las ideas en las que deberíamos empezar a pensar, porque de verdad pienso que esto es una de las mejores pretensiones de la democracia.

-Sí, y un puñado de componentes al margen mantendría la balanza del poder.

Eso es. Volviendo a cuando estuve trabajando en el ‘Green Party’ de política local en los 80, salió la idea de representación proporcional, que habría querido decir que si el ‘Green Party’ hubiera conseguido el 1% de los votos, hubiera tenido el 1% de los miembros del Parlamento.

Si el British National Party, o el National Front, [partidos ingleses de extrema derecha] obtuviera el 1% de los votos, podrías terminar con un miembro parlamentario del National Front pero yo podría haberlo soportado. Sonaba como si al menos fuera más justo.

Pero este asunto de distribución no tiene nada que ver con representación proporcional. Es otra forma de organizar los asientos en la cubierta del Titanic. Necesitamos algo mucho más drástico que eso. Necesitamos alguna alternativa a nuestro sistema habitual; eso no lo era.

Por lo tanto, no, no voto, yo creo en acción política directa. Quiero decir, algunos amigos míos de Gales, donde compré una granja en ruinas hace en torno a 15 años –uno de ellos había recorrido Rumanía y había visto un orfanato voluntario que intentaba ayudar a la gente que había rescatado de los orfanatos estatales, que eran horribles. Recuerdos que no querrías tener en tu cabeza.

Y este tipo, que era un exjugador de rugby galés con una cara como la de alguien que ha intentado apagar un incendio con una pala, esperarías cualquier cosa de un enorme, gigante, antiguo héroe del rugby. Él estuvo allí por negocios, vio que ocurría esto y no podía vivir sin hacer nada.

De modo que volvió a casa y reunió a un grupo de excluidos, alcohólicos en desempleo de Gales para ocuparse de un par de camiones y materiales que había reunido de donaciones de colegas de negocios y edificaron un orfanato y un hospicio en dos semanas, con electricidad y agua.

Lo que estoy diciendo es, que si ves en el mundo algo que no puedas soportar o hay algo con lo que no estés de acuerdo, no votes a alguien que te diga que ellos lo van a arreglar, porque no lo van a hacer. Lo que están intentando conseguir es que les votes. Te dirán lo que sea con tal de conseguir que les votes.

Ya no hay incentivos una vez que están dentro. Si quieres que algo se haga, como solía decir mi madre, entonces hazlo tú mismo. Ése era en parte el mensaje con “Dodgem Logic”. Creo que la política del siglo XXI está directamente comprometida con el mundo en que vivimos. Más que abdicar nuestra responsabilidad en las urnas a un puñado de payasos a los que evidentemente no les importamos.

-Lo que nos lleva curiosamente a la siguiente pregunta: una más optimista con la que terminar. ¿Estamos todos condenados?

Sí, pero no te preocupes por ello. Es parte del tema de esta hipótesis en "Jerusalén". Si volvemos a cuando tuve a mis hijas, a finales de los 70, principio de los 80, llegué a un punto en el que no temía más por mí. No temía por mi muerte; no temía por que me ocurrieran cosas malas.

Entonces tuve a mis hijas y eso abre un nuevo y completo torbellino de miedos. Ésa fue una de las razones por las que me lancé tan entusiastamente al ‘Green Party’, porque pensaba que si hubiera una guerra nuclear o un colapso medioambiental, eso podría significar el fin de toda la vida en este planeta, o el fin de toda la vida humana.

Si ése fuera el caso, significaría que cada esfuerzo humano, cada consecución humana, cada nacimiento, el amanecer de las especies habría sido para nada. Nadie sabría nunca que estuvimos aquí. Y pensé: eso es terrible.

El pasado también es aniquilado, todo en lo que mi madre y mi abuela y así se ocuparon es todo borrado por un sinsentido nuclear. Y entonces pensé, porque soy un depresivo bastante bien informado, pensé que incluso si eso no ocurriera y de alguna manera lográramos sobrevivir a los problemas nucleares, sobrevivir a los problemas medioambientales, entonces conseguir al final otros cuantos billones de años y vamos a tener a la galaxia de Andrómeda chocando contra la nuestra. Incluso si eso no ocurriera nuestro Sol se convertiría en una gigante roja devorando al resto de planetas, así que al menos que consigamos algún otro lugar por esa fecha, se acabó.

Entonces también podría pasar que no estamos aquí. Entonces, incluso si conseguimos subir a, no sé, al Starship Enterprise y nos encontramos un sistema solar más hospitalario, en los confines del universo. Dale otros seis billones de años, no estoy seguro. Pero finalmente el universo colapsaría por entropía como el profesor Brian Cox demostró con su castillo de arena tan elocuentemente.

Estuve hablando con Brian, como yo le llamo, y le dije: “Brian, sobre tu demostración de los principios de entropía, pensé que fue elocuente pero no me gustaría preguntar cómo encaja la segunda ley de la termodinámica con tu controvertida hipótesis de que ‘las cosas sólo pueden ir mejor’”.

Él dijo: “Bueno, es una canción pop, no es un principio científico”. Así que pensé, vale, al final todos vamos a irnos y nadie sabrá que este universo estuvo alguna vez aquí.

Ese destino de acumulación realmente estuvo rondándome por la cabeza. Sin embargo, la hipótesis de “Jerusalén” que creo que es científicamente precisa, envuelve todo eso. Significa que nada fue en vano, ningún momento fue alguna vez en vano. Todo está aún ahí y cuando alcancemos el final del universo, es simplemente como el final de una calle, la calle todavía está ahí, el universo todavía está ahí. El espacio-tiempo todavía está ahí.

Así que no, no estamos condenados, a menos que llevemos vidas particularmente malas y poco interesantes –en ese caso, sí estamos condenados, porque creo que las repetimos para siempre.

Así que la iluminación es mi mensaje. Tratad de divertiros porque creo que esto es para siempre.

-Eso es a la vez bastante pesimista y bastante optimista.

Una de las ventajas de la teoría es que contiene todos los cielos y los infiernos por los que incluso los más feroces fundamentalistas americanos podrían pedir en una religión. Todos los mejores momentos de tu vida para siempre –me parece que eso es el paraíso. Y todos los peores momentos de tu vida para siempre. Sí, eso es un infierno o un purgatorio eterno.

Pero ambos casos a la vez, ambos aquí y ahora en este mundo. Todos los cielos y todos los infiernos por los que posiblemente podamos pedir. Ésa es mi hipótesis. Puede que no sea las más agradable de las hipótesis pero, ya sabes, de alguna manera es justa.

Ciertamente es más justa que ser juzgados por alguna remota autoridad espiritual con la que puedes o no estar de acuerdo. En cierta manera hace que todo sea nuestra culpa y yo pueda vivir con eso.

-Creo que eso suena perfectamente razonable.


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