Poco a poco iniciativas como el libro digital apuntan a un salto hacia el mundo virtual de nuestras lecturas en papel. Personalmente creía que el cambio estribaba en pasar a leer en una pantalla en lugar de en papel, cosa que me fastidiaba bastante, porque si de verdad fuéramos una humanidad responsable y en vez de talar a lo bestia respetáramos los ciclos de crecimiento de los viveros de árboles para papel, o utilizáramos con responsabilidad e implicación el reciclaje, a lo mejor podría seguir siendo sostenible el antiguo sistema, realizado desde hace milenios y que es mejor para la vista, además de aportar sensaciones para otros sentidos como el tacto o el olfato. Pero tras tener conocimiento de esta nueva aportación de los medios digitales que referimos en este artículo, veo que nos pueden ofrecer todo un mundo por descubrir, lleno de de iniciativas y posibilidades que sin duda nos sorprenderán.
El proyecto comienza cuando Kris Simon, editora de Image Comics resuelve su contrato con la compañía y decide darle un nuevo rumbo a su carrera. “¿Cuál es el siguiente paso en la evolución de los cómics hoy día en la era digital?”, es la pregunta que se hacía, y de ahí surgió en septiembre de 2010 Comics Pipeline, una combinación de red social y publicación digital con la que ambiciosamente se propone “cambiar la industria del cómic”.Con la colaboración de autores conocidos del oficio, como Ben Templesmith, esta joven editora ha creado una plataforma en Internet a través de la cual mes a mes las personas registradas en ella (en suscripción bajo pago) entran en contacto directo con los creadores a través de su "pipeline" (tubería). Ellos les muestran el día a día de su trabajo, dibujos o historietas inéditos y originales que no serán publicados en ninguna editorial, y a su vez sus fans pueden orientarles y expresarles sus gustos, además de disponer del material para el uso que acuerden. La vía de comunicación, al ser lucrativa, sólo puede realizarse privadamente, y la idea se vende como una manera de disfrutar de exclusividad, intimidad y cercanía directa hacia los ídolos/intereses de cada uno, sin intermediación de una empresa, y que se está desarrollando con la ayuda de los nuevos espacios de relación: Facebook y Twitter. Se parece mucho a un encuentro de cómic pero disfrutable todo el año y la iniciativa está continuamente añadiendo nuevas secciones motivadas por la intensa bidireccionalidad que se está consiguiendo en poco tiempo. La verdad es que no sabemos adónde puede llegar esto y si la fórmula de un nuevo tipo de cómic que se desarrolla en la red generará la suficiente fuerza como para pasar de un apunte curioso. Sin embargo, desde MARVEL COMICS (informa Michael Moreci, tras entrevistar a Kris Simon) se está viendo con muy buenos ojos esta iniciativa; su vicepresidente ejecutivo, Ira Rubenstein, confiesa el tremendo riesgo que supone para una empresa el publicar algo y que luego al final en la calle sea el público el que determine si tiene éxito o fracasa. De esta forma, se podría plantear la conversión a una industria de cómic interactiva en la que compartir previamente todo sobre el futuro de sus personajes y ver reacciones, tomar ideas y controlar mucho más lo que la gente quiere de entre el material que sale a la venta. Y desde luego, cualquier otra mínima idea podría ir dándole a esto nuevas dimensiones insospechadas, una vez empezara a andar.
Pero también es verdad que si una creación nace con el único objetivo de contentar a su espectador... ¿Qué podría pasar? ¿Un Gran Hermano hecho cómic? Las obras importantes que pueblan nuestro imaginario cultural no siempre han sido populares en su tiempo o desde un principio. En fin, por ahora os ofrezco el enlace de Comics Pipeline y os emplazo a estar atentos a ver qué nos deparará esto (hoy día, hablando en términos digitales, cualquiera sabe cómo se transformará la cosa):
http://www.comicspipeline.com/
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