No es inusual ésta experiencia que nos trae Sanxa Cobo. Veámosla:
“Prisas. Necesito prisas. Y cuando más rápida tienes que ir, más obstáculos aparecen, más lenta te sientes. ¿Es eso justo?
Si por culpa de la lentitud pierdo una de las oportunidades de mi vida, pensaré que es que existe ese Demonio del Tiempo que todos temen. Hacedor de la parálisis, maldito estancado, que se arrastra en la tranquilidad, ¡eres una tortuga!
No creo que yo pudiera vivir en el pasado, esos momentos en que todo iba a un ritmo menor y la vida sabía a muy poco. Yo quiero muchas cosas, y las necesito para ayer. Probablemente ya soy engendro del Diablo de la Vorágine, bienvenido, y réquiem por aquel otro pringado lento y anticuado.”
“Prisas. Necesito prisas. Y cuando más rápida tienes que ir, más obstáculos aparecen, más lenta te sientes. ¿Es eso justo?
Si por culpa de la lentitud pierdo una de las oportunidades de mi vida, pensaré que es que existe ese Demonio del Tiempo que todos temen. Hacedor de la parálisis, maldito estancado, que se arrastra en la tranquilidad, ¡eres una tortuga!
No creo que yo pudiera vivir en el pasado, esos momentos en que todo iba a un ritmo menor y la vida sabía a muy poco. Yo quiero muchas cosas, y las necesito para ayer. Probablemente ya soy engendro del Diablo de la Vorágine, bienvenido, y réquiem por aquel otro pringado lento y anticuado.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario