Una de las felices reediciones que nos encontramos por estos días es la de "JLA Tierra 2", que realizaron en el año 2000 Grant Morrison y Frank Quitely.
Se trata de un arco autoconclusivo que forma parte de la etapa de Morrison en la Liga de la Justicia, aunque se puede leer como número unitario. El guionista había establecido un meritorio trabajo con la alineación de los principales superhéroes de DC: Superman, Wonder Woman, Batman, Green Lantern y Flash. Serían historias contrapuestas a la Liga de la Justicia de principios de los 90, con secundarios y en tono de comedia, y sin desmerecer ésta pero la verdad es que recuperó el tono característico que debe tener una buena historia clásica del género: emoción, aventura, personajes alucinantes.
Alexander Luthor proviene de un planeta contrapuesto al nuestro y allí es el único héroe. Pretende buscar ayuda para combatir al Sindicato del Crimen que impera en su mundo, allí integrado por versiones oscuras de los grandes héroes de nuestra continuidad: Ultraman, Superwoman, Owlman, Power Ring y Johnny Quick. Curiosamente, Tierra 2 es el nombre que dan ellos a nuestro lugar, y como no podía ser de otra manera, Luthor encuentra el apoyo de la Liga de la Justicia, con reservas de Batman. Viajan por tanto al otro lado del espejo y se enfrentan a sí mismos.
Observando las distintas versiones se establece así un sofisticado catálogo de contraposiciones, similitudes y desesperanzas, según las características de cada realidad. El gran equipo no sabe cómo triunfar allí, de modo que los personajes son exprimidos al máximo y se ven sus virtudes y sus defectos, incluso comparándose entre ellos (impresionante estudio de Batman, aunque los demás no se quedan atrás).
Tampoco los malos sabrán cómo imponer su ley, y se acerca, de nuevo, el fin del mundo. Sin duda se trata de la misma historia contada una y mil veces: el bien contra el mal, pero hay matices que la convierten en sumamente interesante. Todo nos llevará a un elaborado e interesante final, de los que hacen que nos atraigan más y más este tipo de historias.
La escritura de Morrison es, como de costumbre, enormemente imaginativa, medida y rica en referencias al universo en que se enmarca; un soplo de aire fresco aunque esté manejando elementos tan clásicos: los personajes emblema, otros en el olvido, el multiverso, los viajes entre dimensiones,.... Quitely, si bien no es de mis dibujantes preferidos -no me atraen sus fisonomías- es un espléndido narrador visual y le da a la suma de páginas una atractiva e impactante narración, las que pide el argumento.
En definitiva, un cómic imprescindible para el amante de los superhéroes en general, lleven al día esta continuidad DC o no. De verdad, una joya.