Pues terminada de ver la primera temporada de la
serie televisiva THE WALKING DEAD me dispongo a hacer algunas reflexiones sobre lo que personalmente he experimentado, por si a alguien le interesa una opinión extra. La verdad es que no entiendo por qué no han traducido el título, si en su país cualquiera que acuda a la serie ve a simple vista que alude directamente al género zombi y aquí no estamos habituados a esta frase en inglés; si no estás mínimamente informado probablemente no sepas de antemano de qué va el tema de lo que te dispones a ver. Debe ser la moda:
Lost,
Fringe,
True Blood, etc., muy bien para la cultura idiomática del país, a lo mejor, pero por suerte o por desgracia con la ya arraigada cultura de la traducción que tenemos en España yo creo que hoy día suena más a que los traductores buscan ofrecer algo exótico, y me parece que abusar de los préstamos de esta forma no es aprender nuevas lenguas, sino que confunde la ortografía personal, aparte que le han chafado a
Planeta de Agostini cinco años de publicación del cómic en el que se inspira, asumido todo este tiempo con la trascripción
“Los Muertos Vivientes” (que no es que sea literalmente lo que quiere decir, más bien sería algo así como “
los muertos que caminan”, aunque resulta coherente con cómo se habían traducido las películas anteriores sobre zombis).
La serie de televisión es la primera que se hace dentro del género zombi, que sepamos, y constituye una
adaptación del cómic, como decimos, que es una publicación actualmente en curso y que en España lleva
12 tomos de 6 números cada uno. Esta 1ª
season televisiva (
dispensen la broma) está realizada en el seno de
AMC y se compone de
6 capítulos, de
42-43 minutos cada uno, guiados por
Frank Darabont, que hizo esa gran película de título tan mal traducido, precisamente:
“Cadena Perpetua” por
“The Shawnshak redemption”. Comienza con la brutal escena del protagonista,
Rick Grimes, volándole la cabeza a una niña zombi, que si bien se entiende la necesidad de matar a estos bichos, y de impresionar al espectador para captar su atención, y que es una ficción, la elección de este comienzo fuera de contexto, no me parece muy acertado; amén que a la pequeña sólo le han maquillado bien bien la cara y ver sus jóvenes piernas caer hacia atrás muerta, más que dar miedo, hiere la propia sensibilidad. En fin, después se pasa a algo menos mosqueante, porque la cosa mejora, y mucho, se ve mejor cuando va de la mano de la
serie en papel, la obra maestra de
Robert Kirkman,
Tony Moore y
Charlie Adlard.
Rick Grimes es un policía de pueblo que en su vida ha matado una mosca, y cuando le sucede un caso algo más complicado acaba en coma en el hospital. Despierta ignorante en medio de un mundo habitado por
muertos que caminan, voraces, mortales, y donde la energía y las comunicaciones que mueven la sociedad son cosas del pasado. Gracias a la mediación de
Morgan Jones y
su hijo Duane –apenas hay supervivientes- se pone al día de lo sucedido y aprende todo lo necesario para sobrevivir, emprendiendo entonces la búsqueda de su propia familia hacia Atlanta, donde bien podrían haberse marchado si vivieran. Se adivina que antes de la catástrofe su vida no era perfecta, pero su necesidad instintiva de proteger a su hijo y a su mujer lo erigen como un líder nato para todo aquel que se cruza en su camino, dándoles esperanza de supervivencia, lo que es mucho en un mundo destruido y es lo bonito en el argumento del tebeo madre.
De la trama no diremos más que el hecho de que se centra en los acontecimientos del primer tomo recopilatorio
“DÍAS PASADOS” (
6 números USA, todos dibujados por
Tony Moore, pues
Adlard no entra hasta el nº7), y los peligros de vivir en los lugares por los que los muertos caminan, tomando algunas cosas, cambiando otras y al final desviándose notablemente de su argumento, a terrenos que el guionista
Kirkman no había tocado en toda la serie impresa, ni falta que le hacía (
¡¡AVISO SPOILER!!), el del origen de la epidemia y qué es lo que ha pasado en el resto del mundo. En el cómic los zombis son dibujados indeterminados, putrefactos, una muchedumbre atrofiada, imprecisa y asquerosa, no menos letal por ello. Realmente no son más que una excusa narrativa, el peligro que amenaza la convivencia y provoca las reacciones y relaciones personales en situaciones extremas, pero en nuestra opinión se ve que
los guionistas de la tele se están dejando seducir un poco por su singularidad, y aparte de esa
argucia hollywoodiense que hemos comentado más arriba de tener que explicarlo todo, principalmente en los primeros capítulos se hace hincapié en los encuentros con los zombis, se prepara la tensión con más mimo que las interacciones de los personajes y se recrea en la imagen agresiva y en mostrar el maquillaje terrorífico.
Es muy raro para un lector de este cómic ver a los no muertos mirar a la cara, activos, rápidos, girando el pomo de la puerta e incluso trepando por escaleras de mano... En fin, se sabe que la audiencia pide espectáculo.
La
aparición del color –el tebeo está en
tonos grises- y la imposibilidad de un presupuesto suficiente para
degradar y destrozar al extremo todos los escenarios que los actores pisan suponen otra diferencia obligada con la que el proyecto arranca. También el protagonismo de un
grupo amplio e interracial desde el principio, como es santo y seña de las series de televisión hoy día, y eso conforma un problema, porque cuando ves a sus componentes rápidamente te das cuenta de quiénes son los actores principales, que no van a morir, y ya no contamos con esa incertidumbre del libro por la que nadie estaba a salvo. Es verdad que el
ego de actor generalmente extendido ha cambiado mucho los esquemas narrativos del proyecto, es inevitable, todos quieren chupar cámara y no palmarla para seguir en la 2ª o siguientes temporadas, pero para mí el peor resultado de esto es que ha provocado que ya
se pretende mostrar la autoridad de Rick desde este principio, y opino que ha quedado algo forzada en tan pocos capítulos, porque en la versión original se produjo a raíz de desgracias y pérdidas sucesas, tornándolo de hombre amable y tranquilo a crudo, desconfiado, fuerte, capaz de asumir bajo su tutela a cada vez más vivos. En concreto,
el momento del primer zombi que mata Rick en el cómic tiene mucha sensibilidad, y aquí se ha dejado para su segundo asesinato, con la misma emotividad, pero en el primero mató sin dudar, disfrutando del acto porque era un compañero de la comisaría que le caía mal (así no se explica
cómo el personaje asume la necesidad del asesinato de otro ser, el zombi).
Echo de menos el
uso de los atuendos, el
cambio de look en el pelo, la
ropa cómoda y adaptada al paso de las estaciones. Dotaban todo de gran vida en el cómic. No obstante, con todo el camino recorrido por dicha versión original (hasta ahora, poco más de un año en tiempo narrativo), ahora la televisión dispone de mayor perspectiva para trenzar
los hilos que Kirkman dejó sueltos u olvidados, pese a su inconmensurable trabajo. De esta manera, los personajes
Morgan y
Duane Jones en la televisión han quedado mejor explicados y conectados al futuro de Rick; asimismo,
Andrea y Amy fueron dibujadas de una forma por el primer dibujante, Tony Moore, y
luego Adlard intercambió su diseño para ellas en lo sucesivo, y es éste ya el que adopta la serie. También se profundiza más en
Shane, ese amigo/rival de Rick que no sólo se parece mucho al personaje de papel, sino que además el indagarlo bien es necesario para la narración, y no hace falta ya sustituirlo luego en cuanto a su relación con Rick por las figuras de
Tyreese o
Abraham, como pasó en el cómic. En general, la caracterización es bastante buena (sí, aunque
Rick se parezca a
Fernando Tejero,
Andrea a
Bárbara Rey o
Dale a
Chanquete), y por ese concepto de hacer grupo se han acercado ya a personajes de los sucesos futuros, dándoles alguna habilidad especial y encajándolos de alguna forma bajo un nuevo nombre para hacerlos evolucionar, acentuando más su vocación de superhéroes televisivos que combaten a las fuerzas del más allá, recordando en parte a cómo usaba esta clave
Buffy Cazavampiros y línea que sin duda ya cruzó también Kirkman en su guión.
La serie va a ir por su propio camino, nos parece, también esperamos que vuelva siempre que pueda a la fuente original, que es largamente aprovechable, pero ante todo creemos que es
necesario leer la historia en viñetas para disfrutar la historia al completo, todo su hondo mensaje. Al menos por lo visto hasta ahora no parece que pudiera funcionar muy bien por sí sola, y si no pues seguro que ustedes tienen algún vecino que les explique lo que no hayan captado bien (esta obra se está convirtiendo en un fenómeno considerablemente extendido, para ser un tebeo). Lo que sí está claro es que THE WALKING DEAD va a continuar aún un tiempo en el panorama, en ambos medios, porque en
noviembre de 2011 AMC presentará la
2ª temporada y Kirkman ha anunciado que pretende seguir haciendo durante muchos años la vida de Rick en esa historia de zombis en la que siempre indagar más y más tras lo que sucede en cada final parcial marcado por el comic book.