viernes, 2 de diciembre de 2011

HECHIZO EN NORTHAMPTON. CAPÍTULO 5: PÉTALO (años 90-principios 2000)

ÍNDICE DE “ALAN MOORE Y NORTHAMPTON”

BIO-LOCALIZACIÓN: PARTE 1, PARTE 2, PARTE 3, PARTE 4, PARTE 6


En 1990, la partida de su familia hacia Liverpool fue un acontecimiento traumático para Alan Moore, pero a finales de ese año tuvo lugar otro hecho desgraciado para él: la muerte de Ernest Moore, su padre. Comenzó en este punto un periodo difícil. Se quedó viviendo solo en la casa de Northampton, vacía y “sintiendo que en su vida personal no había nada que tuviera mucho sentido”. Acusó la marcha de sus hijas, que considera “las cosas más brillantes de su vida”, y se volcó en el trabajo. Desaparecida Mad Love, aún recibe periódicamente cheques de DC con su parte de los derechos de publicación de sus trabajos para la compañía, y recibe una oferta del editor Victor Gollanz, para quien realizará “Un pequeño asesinato”, cómic realizado con Óscar Zárate, con el que entablará una buena amistad a raíz de esta ocasión. Mientras, encuentra calor en la amistad de Eddie Campbell y Melinda Gebbie, además del propio Zárate, a los que junto a su hermano Mike y a Steve Moore considera sus mejores amigos. Mike trabaja en la industria del acero, está casado y tiene dos hijos, y conserva una muy buena relación con Alan; por esta época se ven una vez a la semana, cada domingo para cenar en casa de su madre.

Habituado a un ritmo muy alto de trabajo, Moore sufrirá a continuación varios reveses para sus obras ‘From Hell’ y ‘Lost Girls’, que no encuentran una editorial que las publique y pague las páginas terminadas (tardarán muchos años aún hasta que lo consigan), y consecuentemente sus dibujantes, que necesitan ganarse la vida, sólo pueden dedicarle sus ratos libres, retrasando sus labores. Alan sigue mezclándose en el ambiente cultural de Northampton, sobre todo musical, reencontrándose con su antiguo grupo “Emperors of Ice Cream” –que integró a un nuevo y célebre componente, Tim Perkins- y que dará varias giras a lo largo de dos años.

Asimismo, irá haciendo otras actividades de su interés, e irá sacando colaboraciones en fanzines, carátulas de CDs e historias cortas al guión. El objetivo que persigue es encontrar continuamente actividades comunes a realizar con sus hijas o seres más apreciados. Otro nuevo propósito de esta época será el de cultivar la prosa, escribiendo una novela, y el tema elegido es la continuación de la reflexión desde su entorno en Northampton que ya había empezado en “Big Numbers”. La novela la titula ”La voz del fuego”, y tardará cinco años en acabarla. Se inspira en Ian Sinclair, un escritor británico que ha desarrollado importantes estudios sobre el territorio y sus habitantes y con el que tendrá el placer de colaborar más adelante, cuando realizará para él ‘Unearthing’ (2010), obra dentro de la misma temática. Por otra parte, destaca que sigue recibiendo cartas de muchos lectores que han seguido sus pasos más allá de los superhéroes, y eso es algo que para él tiene un gran valor sentimental.

Contextualizando un poco el mundo en el que diariamente se desenvuelve Alan Moore por este tiempo, habría que explicar que la ciudad de Northampton ha duplicado su población desde su infancia (ahora posee 200.000 habitantes). Cobra gran importancia la línea ferroviaria que la cruza, la principal de Inglaterra (la West Coast Main Line), y en esta década será sustituida por la alta velocidad, uniendo importantes poblaciones y colocando a Northampton en un sistema de comunicaciones extenso, rápido y eficaz, de los más modernos de Europa.

Continuando las iniciativas de los años 70, la trama urbana ha crecido sobre todo hacia el sur y al este, y menos hacia el oeste, ya que la línea ferroviaria norte-sur (que discurre en superficie la mayor parte de su paso por la ciudad) es una barrera para la expansión. La ciudad de los 90 presenta la típica estampa de la organización urbana moderna, tornando el tejido tradicional más intrincado por grandes avenidas de tráfico y núcleos residenciales.

Éstos núcleos están representados por edificaciones en tipología de manzana, con patios comunitarios ajardinados y con vida interior privada, que resultan de la expropiación y unión de varias casas. O por bloques aislados que se sitúan sobre uno o varios solares de la vivienda tradicional y crecen en altura para aumentar la densidad de habitantes por m2. Por esa razón, estos dos casos son los más empleados para acoger viviendas de protección social, que se ve abaratada por el uso de la prefabricación, proceso constructivo estandarizado que usado sin discriminación da un aire similar en todos los bloques; una imagen que sustituye la identidad histórica del centro de la ciudad y que Moore detesta. El casco histórico (The Boroughs), lugar donde Moore vivió su infancia y adolescencia, se aprecia en la fotografía aérea que se muestra arriba, tras la masa verde del parque de Abington, al fondo a la derecha de la foto. La foto está realizada desde la orientación Este. Actualmente, él vive cerca del citado parque.

También aparecen viviendas unifamiliares de nueva construcción que homenajean de algún modo el estilo de las casas victorianas, aunque aumentando su precio y adecuándose a nuevos estándares más comerciales (recreación del pastiche). Cada caso arquitectónico se va entremezclando por la ciudad, aunque ahora otorgando un orden mucho más señalado que el que va procurando el azar histórico, pues se sigue un Plan Urbano del Ayuntamiento bastante estándard, que en muchos casos da esa imagen de ciudad occidental indiferenciada y que atiende más a requerimientos legales que a su propia realidad, como por ejemplo pasa con la discontinuidad del tejido para capturar áreas importantes de vegetación que higienicen la atmósfera (parques) o la colocación de mastodónticos edificios de uso equipamiento (escuelas, servicios, garaje, centros comerciales, etc.).

En la imagen aérea sobre estas líneas -tomada desde el Oeste- vemos cómo ha cambiado Spring Boroughs, la citada zona histórica de Northampton que vimos en el primer capítulo de este ESTUDIO (ENLACE), para atender a las nuevas planificaciones de la Urbanística local. Contemplamos la arboleda que acompaña la vía del tren justo en el borde inferior de la foto; en el centro de la fotografía se sitúa Spring Boroughs (la escuela de primaria Spring Lane donde Moore estudió está a la izquierda de los dos edificios de ladrillo rojo del centro). Apreciamos la sustitución edificatoria y parcialmente del viario, además de la inclusión de nuevos edificios: en la parte central arriba está la estación de bomberos (de fachada color ocre); el edificio también ocre de ventanales horizontales a la derecha de la foto es un bloque de aparcamiento de varias plantas para el personal del Ayuntamiento; detrás suya está la estación de autobús, y al fondo a su derecha (con fachada acristalada) está la imponente presencia de la Casa de Acogida de Northampton.

Sin duda, en este casco tradicional se ha producido una sustitución casi integral del paisaje heredado por la rica y extensa herencia de los asentamientos humanos que ha cobijado la Historia. No podemos negar el ambiente insalubre que producían esas edificaciones ruinosas, muy mal conservadas por su edad y por el nivel económico de las personas que las habitaban. Era necesaria la intervención. Pero también es verdad que el Ayuntamiento podría haber hecho más labor de rehabilitación que de reemplazo, viendo el resultado tan diferenciado y alejado con la cultura de la zona que ha provocado la regeneración. Al ser esta institución propietaria de los edificios tenía oportunidad de haber priorizado la preservación de la identidad de su ambiente urbano, al menos en el centro, formado por siglos y siglos de historia, pero que han sido suplantados por edificios estándar cuya única virtud es que han generado grandes plusvalías del suelo (y muchas libras para el Gobierno local). El tema de la observación del patrimonio antes de actuar debería ser algo fundamental, y máxime en las ciudades europeas, que tienen registrada una extensa Historia, difícil de ignorar. Éste será un tema importante que Moore tratará en la novela “La voz del fuego”.

Una de las facetas más destacables de Northampton y sus habitantes es su activa escena musical. En general, puede decirse que actualmente se da mucha importancia a la música desde las propias instituciones, y existen lugares de éxito urbano como la Plaza del Mercado (en la que el niño Alan compraba sus primeros cómics americanos) que se ha constituido hoy como un punto clave de actividad cultural, combinando la actividad comercial con el refuerzo de intervenciones arquitectónicas (diseño de los tenderetes o espectáculo de luces y color) que dotan el ambiente de matices especiales para la creación y la celebración de conciertos.

Aquí habita Alan Moore, y disfruta de sus espacios si bien otras veces se puede mostrar en desacuerdo con ellos, como un habitante más de la ciudad. Aquí prosigue la colaboración entre él y Melinda Gebbie, y compartiendo muchas de sus aficiones poco a poco nacerá una gran amistad que irá a más e incluso provocará que ella traslade su residencia a Northampton (a 20 minutos del hogar de Moore), para trabajar más estrechamente. La dificultad de encontrar un editor para Lost Girls prolongará esta colaboración 16 años , y en ese largo proceso de preparación irán intercambiando las ideas sexuales sobre las que trata la obra con tal franqueza que les pareció inevitable que al fin empezaran una relación sentimental. No obstante, Moore se mantendrá durante años en su deseo de vivir solo (hasta 2005).

La cercanía física entre ambos autores hizo que, para el guión de Lost Girls, Moore cambiara el método de trabajo que habitualmente sigue con sus dibujantes. Melinda nunca había tenido un guionista, y además tenía bastante experiencia realizando historias de pornografía; por ello primero discutían el argumento y lo que pretendían hacer, y luego Alan preparaba un boceto de la página, que ella dibujaba y era revisado por él. Finalmente, Moore escribía los diálogos sobre la página a lápiz.

Pasando a otro capítulo, en la fiesta de su cuarenta cumpleaños (1993) que celebraba en su casa declaró oficialmente ante su gente que iba a convertirse en MAGO, de nuevo tras los pasos de su mejor amigo, Steve Moore, que ya se había iniciado quince años antes en estas artes. Al principio no fue tomado muy en serio, sólo su madre y su tía se excitaron algo con la idea, y muchos pensaron que era una broma, que llevaba unas copas de más o que había perdido el juicio. Pero con el paso del tiempo la idea seguía firme y tuvieron que aceptar verle adentrarse en sistemas mágicos como el Tarot y la Cábala, realizar rituales y llenar su vestimenta y la decoración de la casa de parafernalia mágica.

Cuenta Amber Moore que cuando llegaba el cartero por la mañana su padre lo recibía en ropas ceremoniales y cubierto de sangre y plumas, y que pronto fue modificando su vivienda: sólo por esta época ya sustituyó la moqueta original; el sótano fue excavado y sembrado por rocas naranjas, convertido en una sala donde celebrar fiestas con su gente; las paredes del salón quedaron revestidas de placas con reminiscencias a divinidades, también cuelgan varillas intrincadamente pintadas, y sobre las estanterías sobrecargadas de libros descansa una calavera humana con cientos de años de un joven monje budista. En la chimenea colocó un altar que desprende olor a mirra y lleno de figuritas de sapos y extrañas deidades, así como la imagen del dios serpiente romano Glycon. Las habitaciones presentan divisiones de vidrio pintado mágicamente y el que era el antiguo dormitorio de las hijas ha sido transformado en un lujoso cuarto de baño solado con tablas de madera, disponiendo una barandilla llena de toallas calientes junto a una bañera enorme en la que es difícil hacer pie, un espejo inmenso iluminado y frente a él un retrete azul y dorado de diseño y situado elevado sobre el nivel del suelo.

Fueron dos meses de conversaciones, experimentación, ritos, y largas cavilaciones, y en los que Moore reconoce que “sus ideas eran un galimatías enorme y hablaba sin sentido”. Ni siquiera logró producir nada de su trabajo a las letras. Por fin, en enero de 1994 encontró el sentido que la Magia ofrecía para él, motivado por la aparición que tuvo de un guía imaginario, el mencionado en el párrafo anterior “Glycon”. Al adorarlo y dejarse llevar por él, llegó a idear que la Magia era un lenguaje oculto que a un escritor le puede servir para formular una teoría que explique la conciencia y cómo desde ella las ideas le llegan al crear. La unión entre Arte y Magia harán que Moore los entienda totalmente relacionados con su producción y lanzará una hipótesis muy platónica, la de que existe un Ideaespacio, un lugar compartido por conciencias separadas y que cada persona, al buscar dentro de sí misma, puede alcanzarlo sólo de manera individual para ponerse en paz con el Universo y así lograr entenderlo y dar su propia versión de él, que deriva por tanto en la creatividad.

Pasados los años, Moore reconoció que como una respuesta a la “crisis de la mediana edad” necesitaba un cambio, y es por ello que se involucró en la Magia, porque desde su infancia esa palabra, “magia”, había tenido un especial significado para él, pasando por sus lecturas hasta sus sueños con la mitología. Su pareja Melinda Gebbie lo acompañó en esta búsqueda especulativa y junto a otros artistas y ocultistas como Tim Perkins, David J o John Coulthart, nombres que irán variando y ampliándose según la ocasión, organizaron el grupo “The Moon and the Serpent Grand Egyptian Theatre of Marvels”. Mediante este instrumento artístico, comenzaron a estrenar una serie de representaciones que tenían lugar una sola vez y en las que ofrecían sus hallazgos. Se trataba de espectáculos que combinan música y puesta en escena, empleando a ratos la improvisación, en un acto muy parecido a los performances que Moore realizaba durante su adolescencia en el Arts Lab. Acontecieron: “The Moon and the Serpent”, en el teatro Bridewell de Londres (julio 1994); “The Birth Caul (A Shamanism of Childhood)”, en el Old County Court de Newcastle (noviembre de 1995); “The Highbury Working: a Beat Séance”, en The Garage in Highbury de Londres (noviembre de 1997); “Snakes and Ladders”, en el Conway Hall de Londres (abril 1999); y “Angel Passage”, en The Purcell rooms de Londres (febrero de 2001). Sobre algunas de ellas se lanzarán CDs, e incluso tendrán adaptaciones al cómic de la mano de Eddie Campbell.

Desde 1993, por petición expresa de su amigo Rick Veitch, que le requiere para conseguir él mismo trabajo, hará su segunda incursión en el cómic mainstream norteamericano, a través de la editorial IMAGE. Aunque Moore no reconoce interés personal en esta vuelta a los superhéroes, bien es verdad que sintió un nuevo acercamiento al tema. Había observado que el público que leía cómics en USA había cambiado desde que él dejó de publicar para ellos, ahora casi no quería argumento, sólo grandes e impactantes imágenes y le interesó mucho probar si podría escribir una historia decente que pudiera trascender en ese tipo de mercado. Con todo, pronto se dio cuenta que lo que la masa de fans le estaba solicitando era que tratara a sus personajes superheroicos favoritos de la manera específica que él había aportado en los 80. Eso para él era un error en el que incurrían los autores que intentaban emularlo, y defenderá: “el trabajo de un escritor no es adivinar lo que la audiencia quiere, sino decirle a la audiencia qué es lo que quiere”. De esta forma, en una editorial independiente de las dos grandes del mercado, Marvel y DC, fue aplicando estas ideas a sus nuevas creaciones, por contraposición al género de superhéroes violentos y oscuros derivados de Watchmen. Para él representaba la recuperación de sus inicios como lector de cómics en los que experimentaba “una pura sacudida de ideas maravillosas, una llave al mundo de su propia imaginación”. Por supuesto, también tuvo el incentivo de obtener buenos ingresos en una época económica mala para él y de paso ofrecer a su “gente favorita” un trabajo remunerado: Veitch, Jim Money, Jim Baikie, Steve Moore o Melinda.

En agosto de 1995 fallece Sylvia Moore, intenso momento que Eddie Campbell capturará posteriormente en la obra "The Birth Caul”, en el que se observa el gran amor que Alan sentía por su madre.
Una vez fallecidos sus dos progenitores, Moore comprará en 1996 una granja en ruinas en Gales de 2-3 acres (1,2 Hm2) situada en un territorio del interior cercano a un lugar llamado Both. Se trata de una edificación rodeada de bosques donde además irá reconstruyendo poco a poco el invernadero que le regaló a su padre, y en general prepara el conjunto como un sitio al que ir cuando necesite descansar. También cambia el lugar de reunión con su hermano Mike (normalmente en casa de su madre), a partir de ahora lo realiza en el Railway Club de Northampton, un pub situado en St Andrews Road, la calle donde vivieron su infancia.

En estos años no dejará sus colaboraciones con Image y los diferentes estudios que a partir de esta editorial se irán formando. Incluso se mantuvo unido al impopular dibujante y editor Liefeld, siguiéndolo en los diferentes sellos que fue creando en solitario. Pero hubo problemas de pago y de publicación, y cuando en 1999 desapareció Awesome, la empresa de Liefeld, casi se alegró. Le supuso el incentivo que necesitaba para decidirse a crear y llevar por sí mismo “una buena compañía de cómics mainstream, que produjera material de calidad, que evolucionara su universo y que pudiera pagar bien a sus autores, conservando sus derechos”. Se dice que en 48 horas ya estaba buscando colaboradores y una editorial que alojara su proyecto. Tuvo enseguida muchas ofertas, pero se decidió por Wildstorm de Jim Lee, motivado por la buena relación que mantenían. A partir de una lista de nombres que tenía apuntados de hace tiempo en una libreta, recreó todas las líneas que iba a abrir bajo el sello editorial de nombre "America’s Best Comics" (ABC).

Particularmente para este artículo, nos interesa "TOM STRONG", serie donde –es una hipótesis personal- nos parece que introdujo multitud de referencias de su propia vida privada: la relación con su padre (Sinclair Strong), el carácter más vital de su madre (Susan), la juventud skinhead de su hermano (Weiss, la enemiga nazi que llega a ser aliada de Tom Stone), la relación con su hija Leah que comenzaba a salir con chicos (asimilados en Tesla y el Salamandra), etc. Curiosamente, a propósito de la autobiográfica ‘American Splendor’ de Harvey Pekar, en 1987 Moore le trasladó sus felicitaciones aunque le confesó que no se veía haciendo algo así (ENLACE); parece que pasado el tiempo ésta fue una manera de hacerlo, aunque si analizamos a fondo el cuerpo de su trabajo seríamos capaces de encontrar en él otros muchos referentes personales.

Asimismo, incluida en ABC, “PROMETHEA” supuso contar en un formato mainstream sus hallazgos sobre Magia y constituye quizás el trabajo más particular y valioso dentro de toda esta saga.
Cuenta en una anécdota que, tras haber salido el primer número de ABC (“The League of Extraordinary Gentlemen”), Moore viajaba desde su granja en Gales a la estación a encontrarse con Jim Lee, que venía a Inglaterra para conocerle personalmente. Justo en esos instantes, mientras Jim Lee volaba hacia allí, saltó la noticia de que había vendido Wildstorm a DC, aunque Alan aún no se había enterado. Comenta divertido que cuando Lee lo vio aparecer con su habitual vara de cabeza de serpiente y contempló en persona su metro noventa de estatura se revolvió agitado pensando que le iba a agredir. Su hija Amber Moore a este respecto destaca que su padre siempre ha gustado de ofrecer una imagen de sí mismo imponente y sobrecogedora, pero que sin duda alguna lo define como una persona dulce, de buen corazón y paciente. Así fue, cuando al final se dejó convencer por Lee para seguir adelante con el proyecto y no despedir a todos los dibujantes que ya había contratado y estaban trabajando en las diferentes historias. Por ello perdió la exclusividad en los derechos de todas las historias, excepto de La Liga, por haber salido antes del contrato. Acordaron que Jim Lee intermediaría entonces entre DC y Alan Moore para que éste no tuviera que comunicarse con ellos. Pero Moore también quiso aclarar que dejaría ABC en cuanto se cumpliera todo lo firmado.

De esta manera, junto a Jim Lee y a Alex Ross, pero estando Alan Moore habitualmente en Northampton, comenzaron a buscar y contratar dibujantes, acordándose siempre de sus amigos y también dando oportunidad a nuevas promesas. Es enorme la confianza que Moore ha depositado siempre en los artistas con los que ha colaborado, muchas veces poco reconocidos, pero buscando en qué destacaban más y adaptando su guión a ello, lo que ha supuesto que las propuestas alcanzaran gran nivel y los dibujantes se volvieran pronto figuras reconocidas. En cuanto a los guiones, Moore se encargó de todo el grueso, lo que suponía una inmensa masa de actividad y requería gran dedicación y esfuerzo. Ya se había pasado al uso del ordenador, aunque el empleo que le da es el mismo que a la máquina de escribir, variando poco su método.

Una buena noticia de la época es que en 1999 al fin consigue publicar al completo From Hell en la editorial Top Shelf Productions. Con Melinda adquirirá el compromiso de acabar al fin Lost Girls, y por ello considera pagarle un sueldo para que pueda centrarse exclusivamente en ello hasta terminarlo (no será hasta 2006).

Muchas veces nos preguntamos por los extraños anillos que porta Alan Moore, que parecen relacionados con el mudo de la Magia. Nada que ver, sin embargo, se lo aclara a Jay Babcock en 2003: “Mi novia Melinda Gebbie me regaló un maravilloso anillo en forma de armadura para el dedo. Lucía maravilloso pero completamente estúpido por sí solo. Parecía como si hubiera sufrido un daño en el dedo y llevara una especie de prótesis. De modo que, a modo de sombreros, tenía que rellenar los otros dedos. Se convirtió en una obsesión. Probablemente sea el gesto gótico de un hombre en su madurez. Llegas a una cierta edad de tu vida y te das cuenta que hay que prestar atención lejos de tu cara [risas]. Quedan muy bien, y además, nadie se mete contigo (no es que nadie lo hiciera, de todas formas). Mis manos son armas permitidas. Pesan un poco con tanto metal –creo que lentamente me está haciendo los dedos más grandes... [risas]. Entonces, piensa que vas... por calles traseras adoquinadas de Northampton, al ponerse el sol, imagíname a mí corriendo a grandes zancadas por la callejuela con mis nudillos arañando los adoquines y lanzando brillantes, envolventes ráfagas de chispas. Una imagen espeluznante...”.

Otra anécdota sobre apariencia es que la mayoría de sus amigos de Inglaterra llevaron cierto aspecto hippy en los 70, como él, con el pelo y la barba largos, pero se fueron adaptando a las modas sucesivas; Alan Moore en cambio ha mantenido ese look y nunca se ha quitado la barba ni ha llevado el pelo corto desde entonces.

En esta etapa, cuenta en una entrevista a Bill Baker cómo eran sus días normales. Básicamente, se levantaba sobre las 8 h y se ponía a leer, se comenzaba a relajar. Si Melinda había pasado la noche allí (lo hacía 2-3 veces por semana) se quedaban charlando un rato hasta que ella se marchaba a su casa para comenzar sus encargos. Entonces él, desayuno, ducha y preparación para el trabajo. Se ponía los objetivos del día y comenzaba a trabajar en las páginas para ABC sobre las 11 h. A las 15 h. paraba para almorzar y al terminar cambiaba la actividad hacia otros trabajos en los que también estaba inmerso. Confiesa que necesita sólo dos cosas para concentrarse: silencio absoluto y sentirse cómodo, lo que significa disponer cerca de todos sus libros, referencias e información que necesite usar, así como poder prepararse todos los tés que le apetezca, algo que sólo puede conseguir en su casa. Mientras, a lo largo de todo el día el teléfono no para de sonar, porque realiza muchas actividades diversas con personas de muy diferentes lugares que necesitan comunicarse con él para realizar sus propias tareas; gente como dibujantes, magos e incluso destaca que le llamaron actores contratados para las adaptaciones al cine de sus cómics, para que les explicara cómo era su personaje, y por supuesto pese a sus reticencias sobre adaptaciones los atendía correctamente. Siempre responde el teléfono, no le gustan los contestadores automáticos, pero le quita tiempo. A pesar de tal circunstancia, asegura que suele cumplir lo que se marca al comienzo del día; si no encontraba las ganas o la inspiración, se iba a ver a Melinda o a dar un paseo. En torno a las 22 h. cenaba y después leía, o escuchaba música, rara vez veía la televisión o ponía alguna película, y se iba a la cama sobre las 12-12:30 h. A veces, si era necesario o si durante el día no había hecho mucho, echaba horas extras por la noche.

En el momento de su carrera que comienza ABC (46 años), confiesa que no tenía las fuerzas para llevar tanto trabajo como hizo en su juventud, pero que quería que el fruto de su esfuerzo tuviera calidad. Destaca la ayuda que le ofreció la magia para tal fin: usando demonios, dioses, ángeles y otros seres que gobiernan el mundo de la mente logró canalizar la energía necesaria para autoorganizarse a sí mismo en base a principios como la autoexploración y el autodescubrimiento. Cconfiesa que el uso que le da a estos rituales es para cosas muy humanas de la vida diaria, para lo cual ha vuelto a necesitar de drogas, en este caso setas shamánicas. Aclara que son beneficiosas como parte ceremonial, de sus efectos obtiene inspiración de nuevos espacios para desarrollar sus personajes. Sin embargo, también destaca que “hoy día se toman drogas indiscriminadamente y se hace un comercio desleal con ellas, por diversión y avaricia; muchas sociedades a lo largo de la Historia han empleado drogas, y somos la primera que tiene un problema con ellas”.


ÍNDICE DE “ALAN MOORE Y NORTHAMPTON”


5 comentarios:

Juan María Gómez Márquez dijo...

La verdad es que no tenía ni idea de quien era este señor, pero esta última entrada me ha llamado la atención y me ha picado la curiosidad... total, que me leeré las otras. Por lo pronto parece un personaje muy curioso

Maese ABL dijo...

Caramba, Juanma, tú interesado en este autor... A ver si conseguimos acercarte un poco más a él, como tú me hiciste con Gerard Grisey.

Y como ya sabes que el tema de elogios no me va mucho, pongo yo el punto crítico, que precisamente me lanzó ayer Auri en la barbacoa: esta página [de cosas muy diversas, modestas (y puede que cutres, todas estas características las añado yo, no ella)] se está monopolizando con este autor en el 2011.

Evidentemente, hay razones. La principal es que usamos de nuestra libertad para hablar de nuestras aficiones, porque aquí nadie nos paga, ni lo queremos si la pretensión es manipular nuestra opinión; trabajar, aprender, equivocarnos, experimentar, lo tomamos como una necesidad individual y propia, y al que no le guste que no lo lea. La segunda es que el futuro de esta pequeña inciativa de BLOG DE ESPIRAL es que nos quedaremos sin tiempo libre para proseguirla (cuando me enredo más de la cuenta en algún tema, más tarde el sofá se convierte en una región muy inhóspita para trasnochar, no sé si se entiende...); el caso es que antes de que en breve ocurra eso pues queríamos darlo todo en los temas que nos interesaban y en los que creemos que merecían la pena.

Aunque no le quito a Auri su razón, claro.

Juan María Gómez Márquez dijo...

No, si a mí me parece estupendo que este autor monopolice lo que quiera. De hecho yo casi voy por el mismo camino de monopolios. Si consideras que este señor es suficientemente interesante para que monopolice tu blog ¿por qué no lo iba a hacer? yo no lo conozco porque no estoy muy puesto en ese mundo, pero lo poco que he visto me ha llamado la atención y me hará que me informe un poco más no solo de su vida, sino de su obra. Y Auri lo que tiene que hacer es escribir ella en su blog las cosas que le de la gana y no decirle a la gente lo que tiene que escribir para que a ella le guste. Cuando la vea se va a enterar, jejeje.

Maese ABL dijo...

Sigo sin inclinarme ni hacia un lado ni a otro, la verdad. Ella también usa de su libertad de expresión y de buenas maneras simplemente ha dicho lo que ha visto. Sólo añadir que, por nuestra parte, nuestro equipo de redacción formado por lis libros, mis lápices, mi ordenador, mi recibo de la luz y yo mismo ya no damos más de sí para tanta diversificación. Y como no tenemos la responsabilidad de ser un medio de comunicación que informa a las masas y se lucra con ello, pues digo que me lo paso mejor en la barbacoa...

Cuando veas a Auri vas a comprender porqué habrá descuidado su blog, están con otro tema bastante interesante; de momento ya han colaborado Ana, Rosa, Agustín y Fran... ya lo comprenderás. Ella y Fali son una pareja la mar de imaginativos.

Juan María Gómez Márquez dijo...

Me he perdido... no sé qué tema será ese, pero me parece que si es lo que creo que será, voy a colaborar yo también pronto... aunque me da mucha pereza ponerme con eso jejeje